El Depor, al echar a Vázquez, pone muy fácil el despido de un técnico

VázquezNo es un tipo conflictivo. Siempre ha demostrado ser un técnico de club. Un trabajador nato que se ganó el jornal en clubes modestos.. Que le gustaba celebrar los goles de su equipo corriendo la banda. Pero aunque fuese un bocazas, no se le puede imponer la ley de la mordaza. Fernando Vázquez ha sido despedido del Deportivo, aún en pretemporada, por expresar su inquietud por la tardanza en la llegada de fichajes. “La opción uno podría ser la bomba, pero generalmente vamos siempre a la opción cinco, la opción seis, siete… Así nunca conseguiremos de verdad lo que nos proponemos. Está claro que tenemos una cantidad de dinero decente para gastar, no como el año pasado, que teníamos que ir por las puertas pidiendo”. Estas declaraciones han sido el detonante de su despido. Insólito.

Que sepamos, el entrenador está en la cuerda floja cuando le vienen mal dadas. De hecho, es la parte más débil y que suele romperse  en una racha de malos resultados. También, salvo en contadas ocasiones, el entrenador ni pincha ni corta en la confección de una plantilla. El fútbol dejó de ser un espectáculo hace tiempo. Es un negocio. Muchos clubes están en manos de empresarios, que a su vez lo están de algún que otro agente de futbolistas. Llegan los refuerzos, y la mayoría de las veces, no cuentan con el beneplácito del técnico, que a la postre, es el que se juega el puesto a corto plazo. “Pido un sillón y me traen lámpara”, dijo Rafa Benítez en 2003 cuando le comunicaron el fichaje del uruguayo Canobbio.

Algo así ha venido a decir Fernando Vázquez. Él ha pedido un esfuerzo del club en la contratación de los refuerzos, ya que luego a él le exigirán resultados. Y en caso negativo, su cabeza  saldría rodando. A la Directiva presidida por Tino Fernández le ha faltado recorrido. Solo un año al frente del Deportivo. Poco fuelle ha demostrado. Pocas horas de vuelo. Una llamada al orden hubiera solucionado este revuelo. El nerviosismo de Vázquez se habría calmado. En una reunión ‘vis a vis’  se habría aclarado todo. Las quejas públicas del técnico habrían pasado a ser una anécdota. Una tormenta de verano. Algo debe haber  de trasfondo por el despido. Decir que van a por la opción cinco o seis por un fichaje no debe escandalizar a nadie . T muchos menos en la entidad blanquiazul. El Depor dejó hace tiempo, pero que mucho tiempo en dejar de ser el ‘Súper Depor’. La economía de guerra se implantó allí en la Plaza de Pontevedra  ante la escasez de recursos en la caja fuerte.

Lo fácil hubiese sido decir ‘sí buana’. Vázquez ha demostrado tener personalidad. Muchas más si hubiera esperado un poco más de tiempo y viendo la calidad de los refuerzos haber abierto él la puerta. En ese caso se le habría tachado de traidor o de cobarde. Vázquez dio su punto de vista y punto. Su fallo, entre comillas, haberlo hecho públicamente. Sus palabras no parecen ofensivas. ‘Paroles, paroles’, como diría el mítico Aragonés. El Depor ha puesto muy fácil el despido de un entrenador. Ya no hace falta que la causa venga por la llegada de un par de malos resultados. La ley de la mordaza se ha impuesto en el fútbol. De momento, en La Coruña. Esperemos que el virus no se extienda por el resto de la piel de toro.

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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