La tregua de la Navidad en la IGM cumple un siglo

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Estatua conmemorativa de la tregua por Navidad en la IGM

Sucedió hace un siglo. 100 años. La I Guerra Mundial llevaba medio año en su curso, y un día como hoy, se dio un acontecimiento único. Por unas horas, el espíritu bélico dio paso al navideño. Sucedió cerca de la ciudad belga de Ypres. Los soldados alemanes cambiaron los fusiles por objetos para decorar las trincheras y entonaron ‘Noche de Paz’. En el otro lado, los ingleses no quisieron ser menos y respondieron también a través de sus gargantas entonando otros villancicos típicos ingleses.

Se gestó algo insólito. Se cambió el ruido de los proyectiles por el de los villancicos. Alto el fuego. Se dio paso a una tregua por Navidad. Durante ese intervalo de tiempo se produjo una jornada de confraternización entre ambos ejércitos: intercambio de regalos (chocolate, cigarrillos, whisky), toma de fotografías, rezos, sepultar a muertos, cuyos cadáveres aparecían esparcidos por el campo de batalla y la disputa de un partido de fútbol. Cuentan que ganaron los alemanes 3-2. El pasado 17 de diciembre, la UEFA recreó este partido entre soldados de ambos ejércitos en la localidad inglesa de Aldershot , y en esta ocasión, ganaron los británicos por 1-0.

No queda muy claro quién dio el paso, pero lo importante es que la paz se firmó durante unas horas. Hay versiones en ambos sentidos. Muchos soldados plasmaron sobre el papel esas horas a través de cartas para sus familiares. Es el caso de Willie Loasby, soldado británico de 25 años, que lo hizo a su madre en ocho páginas. Según su testimonio, salió desarmado hacia la posición alemana (separada por 36 metros). Allí, tras dialogar con un oficial alemán, que le regaló seis cigarrillos y una tableta de chocolate, le sugirió la disputa de un partido de fútbol,  se selló la tregua por unas horas. Dicha carta fue subastada hace unos días por 25.000 euros.

En la misiva del oficial británico Alfred Douglan Chater se cuenta que fueron los alemanes lo que dieron el paso al frente. “Creo que hoy he presenciado uno de los espectáculos más extraordinarios que nadie ha visto nunca. Hacia las 10 de la mañana vi a un alemán agitando los brazos e inmediatamente a dos de ellos saliendo de su trinchera y acercándose a la nuestra. Uno de nuestros hombres fue a su encuentro, y en un par de minutos, el terreno entre las dos líneas de trincheras era un hervidero de hombres y oficiales de ambos bandos, dándose la mano y deseándose una feliz Navidad”.  

Por unas horas se cortó la sangría de muertos. 10 millones se registraron en los cuatro años del conflicto bélico, aparte de los 20 millones de heridos. Los altos mandos de ambos bandos no aprobaron la tregua navideña y se dio el caso que en posteriores Nochebuenas o en Navidad se ordenaron  bombardeos, pero eso no fue obstáculo, que siguiera existiendo un grado de complicidad, aunque más breve y por unas escasas horas entre las trincheras de alemanes e ingleses.

En el 85 aniversario de este suceso, en 1999, se recreó esta tregua y se colocó una cruz para marcar el lugar donde se gestó la misma. En ese punto se puede leer en una inscripción: “La tregua de la Navidad de Khaki Chums. 1999.85 años. No olvidar”. Con posteridad, en la II Guerra Mundial, y otros conflictos bélicos, caso de la Guerra Civil, no se volvió a repetir esa imagen de tregua navideña.

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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