Otra victoria del Atlético cimentada en una acción a balón parado. Nueva palmadita para El Cholo y tirón de orejas para su colega de turno. Francisco, el último, uno más de la lista. Por delante suya, Gaizka Garitano, Ancelotti y Berizzo. ¿Quién será el siguiente? Llega Emery, otro loco del trabajo de laboratorio. La cosa no es nueva. Viene de lejos. La alta productividad de los rojiblancos en jugadas de laboratorio es de Guinness. En este curso liguero, seis de sus siete dianas se gestaron así. Goles probeta se podría decir. Sorprendente que a estas alturas de la película los técnicos rivales sean cazados por este tipo de acciones. Lo que viene a demostrar que mientras que Simeone prepara los partidos no lo hacen sus colegas a los que deja en evidencia en cada córner o falta lateral. Allí emergen sus radares móviles Uno de ellos, Miranda, el cual campa por sus anchas dentro del área para alojar el balón en la jaula. Ya son tres tantos que ha firmado.
El Atlético no enamora con su juego. Lo basa todo en la intensidad. Mete pocos goles y recibe pocos. Esa es la filosofía del Cholo. No le va llevar el mando. Se gusta con espacios. Ahí está más cómodo ‘Corriente Mourinhista’. No genera muchas ocasiones, pero se muestra efectivo. El eterno debate. Pero quiero darle una vuelta de tuerca al duelo dialéctico entre ‘menottistas’ y bilardistas’. Partiendo de la base que por encima de todo está el resultado. Lo de perder jugando bien me parece una aberración, pongo sobre la mesa una cuestión. Entiendo que se logren triunfos sin apostar por un fútbol brillante. Es el caso del Atlético. Sus victorias son trabajadas, sufridas. Simeone ha descubierto un filón, pero que algún día puede acabársele. ¿Qué sería del Atlético sin las acciones a balón parado? Está claro que la estrategia tiene actualmente un peso importantísimo en el fútbol, pero resulta inquietante y pobre, desde el punto de vista del juego, que un equipo lo fie, fundamente y gane sus partidos por esta vía. El Atlético tiene fundamentos para poder aportar mucho más. El socio, abonado y seguidor rojiblanco, por supuesto quiere ver ganar a su equipo, pero también desea llevarse algo más a la boda y no estar a la espera del susodicho córner o falta lateral para celebrar el gol del triunfo. El fútbol es un deporte asociativo, de toque. Su finalidad es meter cuantos más goles en la portería rival. Normalmente suelen llegar en jugadas. En el caso del Atlético, no. Solo los mete a balón parado. Goles de laboratorio. Goles probeta.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.