El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria ha conseguido hacer realidad la cuadratura del círculo, o lo que es mejor, dar una explicación a lo que no la tiene, y es que durante un desayuno informativo en Toledo ha asegurado que el precio de la luz subirá en los dos últimos trimestres del año, pero en el contexto del año completo «habrá disminuido».
El ministro no ha ocultado que en España tenemos las tarifas eléctricas más elevadas de toda Europa, junto a Chipre, Malta o Irlanda, y que la culpa de este precio lo tienen los costes del transporte y la distribución de la luz, así como el sistema de incentivos de energías renovables que y el coste de los sistemas extrapeninsulares.
Vamos que la culpa es por la implantación de los dichosos molinos eólicos que han transformado el paisaje de nuestros campos y montañas y las placas solares. No le vamos a quitar la razón de ese elevado coste, ya que en muchos municipios los propietarios de los terrenos donde se han implantado estas fuentes de energía renovables hicieron el ‘agosto’, con unos alquileres del terreno muy por encima del valor del mercado, culpa de anteriores gobiernos, en especial de José Luis Rodríguez Zapatero, que quiso ser el adalid de la energía limpia, aunque José Manuel Soria se ha referido al sistema de producción de energías renovables «como una referencia y una fortaleza», ya que se empezó a apostar por ellas «en un momento muy temprano».
Según ha dicho, eso ha provocado que los consumidores «tengan que pagar el sobrecoste» y es un extremo que también «explica los incrementos en el coste de la electricidad de los últimos años», pero el arraigo de las renovables en España vaticina «un futuro brillante».
Cierto que a todos nos gusta la energía renovable, pero para vivir como los ricos tenemos que tener la posibilidades de los ricos. Ahí tenemos el caso de nuestro vecino francés, donde el consumo eléctrico es muy superior al español y su coste por habitante mucho más barato, pero ellos apostaron por la energía nuclear (tienen más de 50 centrales en todo su territorio) mucho más peligrosa, pero mucho más barata. Es cuestión de prioridades y de imagen.