Más cine de calidad en la sobremesa del ‘finde’ por F.J.Molina

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Un mando de televisión

Cuando comienza un nuevo año, una larga lista de propósitos nos pasa por la cabeza. Que si dejar de fumar, apuntarse a un gimnasio, a una academia de idiomas… En la mayoría de las ocasiones todo queda en el tintero. La mayoría muestra debilidad y poca constancia.

Rutina. Esa es la palabra que domina en los despachos de algunas cadenas televisivas. Mira que hay cine de calidad, actores y géneros televisivos para hacer ciclos variados, pero no.

La rutina se apoltrona en los asientos de los responsables de programación de diferentes televisiones que nos atormentan y martillean de manera incesante los fines de semana con hasta programas dobles de películas, que en vez de tratar de divertir, distraer y evadir de problemas te machacan con situaciones de acoso, malos tratos, asesinatos, violaciones, palizas… Un fin de semana tras otro. Con el estómago lleno. Después de comer. En la sesión de sobremesa.

En teoría cuando toda la familia invade el sillón de su casa para compartir un tiempo tras la comida de turno y antes de hacer planes para la tarde. Vamos, con el televisivo, una buena manera de contribuir a que cada miembro familiar vaya por libre, se aísle o invite a la siestecita en el sofá. La idílica estampa de ver a todos los miembros de una familia  sentado alrededor de una televisión se está perdiendo, pero si es una fórmula para tener apagado el aparato y fomentar el diálogo, bienvenido sea.

Uno echa la memoria atrás y recuerda aquellas sesiones de cine por la tarde tras el telediario. ‘Sesión de Tarde’, se llamaba el espacio. Se aguarda con expectación a aquel momento de la semana. Era todo un acontecimiento. Solo teníamos dos canales y viendo la oferta que existe hoy en día, fuimos unos privilegiados. Salimos ganando. Crecimos con iconos del celuloide que nos transportaban al oeste, desierto, mar, a la selva, buscando tesoros, aventuras, sacándonos risas. Vamos, que nos entretenían.

Algo que desgraciadamente no ocurre ahora. La oferta es de películas que se hacen para la televisión. Con actores desconocidos en la mayoría de los casos. En vez de entretenerte te muestran la cara y mente cruel que tienen algunas personas. No me creo que el share de los fines de semana apunte muy alto en esa franja horaria. Quiero entender que se dejan llevar por la rutina, pero es una pena. Algo deberían hacer. Tomar cartas en el asunto. Las peliculitas son infumables e invitan rápidamente a hacer un barrido por los diferentes canales en busca de dar con la elección más idónea. Al final, la opción del documental es la escogida. Uno echa de menos, películas clásicas.

Siempre queda la opción de ‘Cine de Barrio’, la opción cercana y de nuestra memoria cinematográfica, aunque particularmente, yo la adelantaría en su emisión. Así, unos recordarían títulos, y otros, los más jóvenes de la casa, los conocerían. A lo largo de la semana, en la 1, tenemos otra cita los martes con ‘Versión Española’ o ya el clásico ciclo del oeste de todas las tardes de  Telemadrid, el cual solo podrán verlo los abueletes o amas de casa que se tomen un ligero respiro para tomar fuerzas para lo que les vendrá para la tarde.

El resto de cadenas privadas podría pensar en un plan alternativo, sacar la escoba y barrer algo de la programación telebasura con que nos machacan, martillean y ofrecen. Mira que tienen banda de espacio para ofrecer una variada parrilla, pero la elección de películas, en especial en la sobremesa de los fines de semana es vomitiva. Esperemos que el efecto dominó tenga consecuencias. Y es que ya se sabe cómo funciona esto de la televisión. Basta con que uno haga algo y tenga éxito para que el resto le copie. Pues lo dicho, un ciclo de cine de suspense, cómico, ciencia ficción o de actores míticos.  Uno ya anda asqueado con noticias truculentas a lo largo de la semana para que encima en un momento de relax te metan más por los ojos. Más cine de calidad en la sobremesa del ‘finde’.

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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