El Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado por 299 votos, concretamente del PP, PSOE, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro, tramitar la proposición de ley del Parlament que pide al Gobierno la competencia para poder celebrar la consulta soberanista prometida para el próximo noviembre. La propuesta catalanista ha tenido el voto favorable de los 47 diputados de CiU, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, Amaiur, ERC, BNG, Nueva Canarias, Compromís-Equo y Geroa Bai. La única abstención ha sido la de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que no tuvo la valentía de defender su postura en la Carrera de San Jerónimo –recordemos que Ibarretxe, con una propuesta muy similar para el País Vasco, por lo menos dio la cara- se descolgó con una declaración a última hora del martes en la que decía que «este no es un punto final, este es un punto y aparte. A partir de aquí las instituciones catalanas buscarán la construcción de marcos legales, que hay varios, para hacer una consulta el 9 de noviembre».
Que hastío con la consulta soberanista para Cataluña. ¿Cómo se puede estar una legislatura y media basando un programa de Gobierno en una posible independencia con la de problemas reales que hay?
A este paso lo catalanes van a conseguir lo que quieren por aburrimiento del resto de los españoles. Este es un mal endémico de los políticos y de la Democracia española: como no son capaces de resolver lo que afecta directamente a la ciudadanía se inventan batallitas para desviar la atención y arrastrar a las masas con compromisos imposibles, demagógicos, banales, carentes de sentido y populistas. Luego no llevamos las manos a la cabeza cuando en otros países vemos este tipo de intervenciones presidencialistas como en Venezuela, Ecuador o Bolivia.
La gente en Cataluña lo está pasando muy mal, como en el resto de España, y hay que dar prioridad a situaciones críticas como el desempleo, los desahucios, la educación o la sanidad, pero no, CiU ha enarbolado la bandera más radical del independentismo para aferrarse al poder y tapar los ojos a la sociedad catalana de su nefasta gestión.
Aún más preocupante es en Madrid, ya que la ‘cuestión catalana’ le ha venido muy bien al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Al igual que en Cataluña están corriendo un tupido velo sobre los problemas reales de la sociedad, el Gobierno del PP se ha hecho fuerte en el sentimiento de unidad nacional, de tutores de la patria que también ciega a muchas personas y desvía la atención de los casos de corrupción, desempleo, reformas educativas y demás.
Como el terrorismo ya no es una vía para desviar atenciones –y que siga así para siempre- la posible consulta soberanista les ha venido miel sobre hojuelas. ¿No será –pensando mal- que tanto CiU como PP se han puesto de acuerdo para tapar sus vergüenzas? ¿A qué juegan el PSOE, IU y el resto de fuerzas políticas?
Los políticos lo tienen muy fácil, que le pregunten a un catalán de Figueres, padre de familia con dos hijos y que lleva tres años en el paro si prefiere un empleo estable, bien remunerado, con una escolarización de calidad para sus hijos y una sanidad gratuita y de calidad o el derecho a decidir sobre la independencia de Cataluña.
Los más fanáticos dirán que una cosa no excluye a la otra, tienen razón, pero las prioridades hay que marcarlas, primero que todos vivamos bien y luego las cuestiones de soberanía, entonces sí me valdrá que pongan ejemplos como el de Canadá.
José Luis García Jiménez
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.
Que razón tienes,yo trabajo en Madrid para una empresa catalana y por lo tanto tengo mucho contactos con ellos y cuando saco el tema de la independencia(quitando alguno)de lo único que me hablan es de lo caro que es la sandidad alli y de como está la educación los temas importantes no las tonterias de los políticos