Anne (Ana para los amigos) Hidalgo, natural de San Fernando, en Cádiz, ha logrado en París lo que ninguna otra mujer había conseguido hasta ahora: ser la primera alcaldesa.
La gaditana, que se marchó muy pequeñita a Francia junto a su familia en los años 60 del siglo pasado, al igual que las millones de historias de inmigrantes españoles que se instalaron en toda Europa en busca de un futuro para sus familias, se nacionalizó francesa en 1973, aunque posteriormente, en 2003 tramitó la doble nacionalidad.
Sus primeras palabras al frente del consistorio parisino han sido que «Voy a servir a París con honor, dedicación y fidelidad”, algo que no cabe ninguna duda entre sus más cercanos colaboradores y en el seno del Partido Socialista francés, del que pertenece desde 1984.
Al igual que hiciera Gene Kelly en aquél estupendo musical filmado en 1951 por Vicente Minnelli –‘Un americano en París’- ha conseguido con su esfuerzo y trabajo demostrar cómo con esfuerzo y oportunidades se puede llegar a los más alto.
Sí, oportunidades, porque seguramente si sus padres se hubieran quedado en España nunca podrían haber enviado a su hija a la universidad, y en Francia consiguió doctorarse en Derecho y Trabajo Social y ganar una plaza como inspectora de Trabajo para posteriormente aterrizar en la política.
Algo tiene que tener Hidalgo, a lo mejor esa gracia tan especial que llevan los gaditanos en los genes, para haber sido la responsable de salvar del descalabro definitivo a los socialistas en las últimas elecciones municipales.
El partido del presidente Hollande sufrió una amarga derrota en unos comicios marcados por una abstención histórica del 36,3 por ciento y donde los grandes triunfadores fueron las fuerzas derechistas Frente Nacional (FN) y Unión por un Movimiento Popular (UMP) que arrebataron a la izquierda ciudades como Toulouse, Pau, Angers y Quimper. Lo que llevó al presidente a un cambio inminente de primer ministro y de su gabinete. Curiosamente el elegido para el cargo es Manuel Valls, otro francés de origen español, hijo de un catalán y una suiza y que en su primer gabinete de ministros ha sorprendido a todo el mundo incluyendo a Ségòlene Royall, que fue la pareja –y madre de sus cuatro hijos- del presidente francés hasta 2007, candidata derrotada por Nicolás Sarcozy en las presidenciales y una de las políticas con mayor peso y respeto dentro de Francia.
Lo que son los tópicos, a Francia siempre se le ha relacionado con el amor -y volvemos a ‘Un americano en parís’- y parece que el principal obstáculo para que Royal volviera al primer plano de la política francesa era que desapareciera del panorama Valérie Trierweiler hasta hace muy poco actual pareja de Hollande y que había vetado a la primera mujer del presidente. Ya saben lo que sucedió después, Hollande parece que se vuelve loco tras las faldas…
Al final un lío de faldas y un descalabro electoral han hecho que dos franceses de origen español –luego dicen que no nos pueden ni ver más allá de los pirineos- sean los principales responsables de la política gala, eso sí, demostrando que el Partido Socialista y la popularidad de Hollande ha caído en picado.
Se imaginan este lío en España, con Rajoy cazado en una infidelidad y con un alcalde de Madrid y un primer ministro de orígenes franceses. Pues eso, como le diría Rick a Ilsa.
Miguel H.H.