A los 45 años. Tito Vilanova nos ha dejado. Maldito cáncer. Desde 2011, el técnico estaba disputando su partido más difícil. El verano pasado tuvo que dejar el banquillo del Barça de manera inminente. Desde entonces, una vida tranquila y controlada. De vez en cuando se dejaba ver en los entrenamientos de su hijo Adriá, que milita en el Juvenil B del Barça y visitas rutinarias al hospital, pero últimamente se fueron haciendo más continuadas. El desenlace parecía inminente tras su ingreso el pasado jueves en una clínica. Tristemente, la noticia que nunca quisimos escuchar, se dio esta tarde.
Hace unos meses, escribiendo ‘Sergio Busquets, el guardián del Barça’ pude hablar con muchos futbolistas que coincidieron con el medio azulgrana, así como con Tito Vilanova, segundo de Guardiola. “Yo llegué al Barça gracias a él. Jugaba en el Denia y vino varias veces a verme en acción. Pasó los pertinentes informes al club y me ficharon. Se complementaba a la perfección con Pep. Tenía mucho peso en el equipo. Era una voz autorizada”, mantenía Xavi Torres, ahora en el Betis.
Daniel Toribio, en el Real Murcia, conocía muy bien a Tito. “Llegamos juntos al Barça, pues coincidimos en el Can Jofresa Terrassa y él propuso mi fichaje. Luego le tuve otra vez como técnico en el Barça B. Le gustaba hablar con los jugadores. Le encantaba la estrategia. Lo mejor que podemos hacer todos es recordarle y dedicarle el triunfo en esta jornada de Liga”, mantenía.
En efecto, Tito era el cerebro gris. Guardiola era muy metódico e instaló una mecánica de trabajo que contó con la complicidad de Vilanova. Pep, en la época del filial azulgrana en Tercera división, no dudó en solicitar a las televisiones locales imágenes de sus rivales que fueron visionadas de manera periódica por Tito. Sus notas eran claves para las acciones a balón parado. Siempre buscaba la forma de sorprender al rival y se sacó de la manga varias jugadas de laboratorio, que luego, fueron utilizadas con el primer equipo. Dos de ellas fueron lanzar en corto faltas perpendiculares o convertir un saque de esquina en una jugada continuada.
Esa temporada, la 2007-08 acabó con el título del Barça B en Tercera y el posterior ascenso a Segunda B. Unas semanas después, Guardiola aterrizó en el primer equipo azulgrana sustituyendo a Frank Rijkaard. Con Tito como segundo. Con este dúo, el Barça comenzó a ganar y hartarse de títulos. Luego, ya sin Pep, Vilanova sumó una Liga más. Las previsiones eran de que aumentaría el palmarés azulgrana, pero el maldito cáncer le hizo tener que renunciar al banquillo. Lo peor llegó ayer. Tito se nos fue.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.
