La alcaldía de Madrid es una trituradora para los integrantes del PSOE. Desde que fuera alcalde Juan Barranco, ningún socialista ha conseguido sentarse en el sillón del regidor de la capital de España, a pesar de que se han presentado pesos pesados a ese puesto, como Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián o Jaime Lissavetzky.
Este último es el que más ha aguantado en la oposición, tal vez porque antes de su puesto en la Secretaría General de Deportes, ya era conocido en la política madrileña, pero no ha tenido el respaldo, ni tan siquiera de su propio partido.
Lissavetzky fue el candidato elegido el PSOE para luchar frente a Alberto Ruiz (el huido) Gallardón, sobre todo porque se había ganado las simpatías del gran público desde su puesto al frente del deporte nacional. El éxito de los deportistas españoles querían aprovecharlo con su presencia para lograr de una vez por todas desbancar al PP de la alcaldía, pero los resultados fueron desastrosos.
Los tejemanejes internos del PSM, propiciados por su líder, Tomás Gómez, para intentar salvar la silla, recordemos que es el único de los barones que sigue en su puesto desde la etapa de Zapatero, han hecho que el pobre Lissavetzky se encuentre más sólo que la una.
A pesar de que haya estado durante semanas asegurando que su intención era ir a primarias para repetir como candidato al Ayuntamiento de la capital, los últimos acontecimientos internos de su partido le han hecho llegar a la conclusión de que no merece la pena luchar en unas primarias. «Creo sinceramente que hay tiempos en los que se acaba una situación, he hecho esta reflexión y mi tiempo municipal se ha acabado», ha indicado, reiterando, no obstante, su «compromiso» con los ciudadanos «hasta el final».
Además, ha aclarado «para que no haya ningún tipo de especulación», que no va a ir en ninguna lista ni municipal, ni regional ni nacional. «Doy por terminada mi presencia en la primera línea de la política pero seguiré trabajando por el PSOE, en el que llevo 40 años», ha aseverado.
De esta forma, Tomás Gómez se quita un peso de encima, porque no apoyaba a Lissavetzky y además se libra con uno de los más críticos a la hora de elegir al secretario general del partido en Madrid, ya que la jugada de una primarias solo para los militantes el próximo 19 de octubre, con el incremento de número de avales había provocado muchas críticas internas.
Así pues, Gómez se allana el camino hacia la victoria o hacia el hundimiento definitivo de los socialistas en Madrid, que es lo que muchos piensan.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.
Lástima, después de la colección de esperpentos que nos pusieron y que no duraron ni un telediario en el Ayuntamiento -Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez- es el único que se ha batido el cobre cuatro añitos. No conozco a los otros candidatos socialistas, pero si la cosa la sigue manejando Tomás Gómez, preveo un batacazo más grande si cabe que en las anteriores elecciones. El que se tiene que ir del PSM es Gómez de una vez.