A falta de 66 kilónetros, Chris Froome se bajó de su bicicleta. El corredor británico no pudo recuperarse de la doble caída que se produjo en la terrorífica etapa de los pavés (Ypres-Arenberg)que transitó por el sur de Bélgica y el norte de Francia. Una jornada infernal con tiempo lluvioso. El Tour se quedó huérfano, pues su último vencedor deja la corona abierta.
Froome salió maltrecho por su caída del día anterior. A 120 kilómetros de la llegada volvió a estampar su cuerpo contra el pavimento. Esta vez en el lado derecho. Renqueante siguió en el pelotó. Dos gregarios le ayudaron a integrarse en el pelotón, pero a falta de 66 kilómetros, volvió a caerse. Un fuerte golpe en su brazo derecho fue la puntilla. Froome se bajó de su bicicleta y se metió en el coche del Sky. Quedaban dos kilómetros para afrontar el primero de los siete tramos del temido pavés. La organización del Tour había decidido suprimir dos de ellos. En la Dauphine Libére otra caída le privó de la victoria cuando lideraba la prueba.
El holandés Lars Boom, del Belkin, se impuso en la quinta etapa. Alejandro Valverde, que también se cayó y estuvo a punto de retirarse, llegó a 2,28 y Alberto Contador lo hizo a 2,55. El murciano es décimo a 2,11 de Nibali, líder de la prueba, mientras que el pinteño es decimonoveno a 2,37. Todo apunta al duelo Nibali-Contador. Pero en medio hay otros candidatos que cogen posiciones. El polaco Kwiatowski se coloca a 50 segundos, el belga Van der Broeck a 1,45 y el americano Talasnsky a 2,05. Queda mucha carrera. Nos espera un Tour con muchas emociones
