Los atléticos se hacen por un día del Madrid y viceversa, la fuerza del fútbol

Aficiión atlético

El Real Madrid se pone mañana al día. Y el Valladolid, también. Cita en El Nuevo Zorrilla. Merengues y blanquivioletas buscarán en los 90 minutos el mismo fin, la victoria, pero con distintos argumentos. Unos tratarán de escribir una nueva página victoriosa en la lucha por el título de Liga, y los otros, por salvarse de la quema del descenso. Ninguno querrá tener un borrón. Cantará mucho a estas alturas de la temporada. Pero no solo los aficionados y seguidores pucelanos y madridistas estarán pendientes de lo que acontezca en Valladolid.

En el Atlético y Barcelona saben que ellos también juegan en el Nuevo Zorrilla. Los foros rojiblancos echan humos. Sacan la calculadora, hacen la cuenta de la vieja y llegan a la misma conclusión: interesa que gane el Real Madrid. Por lógica. Si los blancos suman los tres puntos evitan que el Barcelona dependa de sí mismo en estas dos jornadas que restan para acabar el curso y conocer al campeón. “Conviene que gane la vikingada” se puede leer en más de un comentario. No se pondrán la camiseta físicamente, pero sí de manera virtual. Por un día, no les importará un triunfo del club de Concha Espina. Algo, que ya experimentaron el pasado domingo con el gol de Cristiano Ronaldo ante el Valencia en el descuento. Por su parte, desde Can Barça se ve desde otro prisma: interesa una derrota madridista. En este escenario, el duelo ante el Atlético sería a cuerpo descubierto. Sin caretas.

En el lado merengue pasa algo similar. Si se llegase a la última jornada con opciones de poder entonar el alirón no le harían ascos en animar al Barcelona en su duelo fratricida con el Atlético. Es la fuerza que tiene el fútbol. Capaz de convocar a una ciudad entera para manifestarse por el descenso administrativo de un equipo, tal y como se vivió en Sevilla y Vigo en 1995, aparcar rencillas  entre aficiones cuando juega La Roja, y en este caso, entre las dos aficiones madrileñas, que por espacio de lo que dura un partido, guardarían en un armario esa antipatía u odio por el otro y levantar el puño en caso de un triunfo del eterno rival. Todo sacrificio vale por ganar el título de Liga.

El madridismo se pondrá la bufanda colchonera, aunque nadie apostará un euro por el triunfo azulgrana en una casa de apuestas. La rivalidad Barcelona-Madrid se impone. Lo último que harían ambos es poner en bandeja de plata un título al otro. Todos los ojos se fijarán en el Camp Nou. Morbo por todo lo alto si Atlético, Barcelona y Real Madrid llegan con opciones al título. Morbo a la vista, pero con un claro matiz. Nadie se imagina un guiño o ayuda desde el puente aéreo con dirección a Concha Espina. ”El Barça si no se juega nada, harán un partido de entretenimiento”, dijo Cerezo a ‘RAC 1’ el pasado lunes. Blanco y en botella. La Liga será rojiblanca.

Pero antes, aparte el Valladolid-Real Madrid, el Atlético debe afrontar su partido a partido, que será el Málaga. Eso sí, en casa. Mientras, Barcelona y Real Madrid jugarán con la vitola de visitantes. Los azulgranas en Elche, y los merengues, en Vigo. Casa aún de Luis Enrique, futuro inquilino del banquillo del Camp Nou. Un claro caso de economía sumergida.

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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  1. Jimena Narvaiza Otero mayo 7, 2014
  2. Jimena Narvaiza Otero mayo 7, 2014

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