Ha concluido un ciclo, brillante, exitoso y con un final que La Roja no se merecía y que ni pudo atenuar. De cualquier manera, la renovación ya ha comenzado en las mentes de los que deben poner orden y sentido común en el destino de las selecciones nacionales.
Cabe recordar que el estilo de la selección que maravilló a propios y extraños y que faltó a la cita en Brasil, estuvo, durante la época de oro, marcado a fuego por el estilo del Barcelona, con Guardiola como heredero en un banquillo precedido por grandes referentes. Léase los contemporáneos, Cruyff, Van Gaal, Rijkaard, etc, en fin, la escuela holandesa en su máximo expresión. Y los jugadores base de la selección provenían de dicha escuela desde su raíces.
Generalmente las selecciones en su constitución se basan en una base del equipo o equipos que dominan el panorama local, y se aprovecha de los estilos de juego que estos practican. Salvo los países en que su estilo está nacionalizado, los demás aún están a la búsqueda de un estilo que sea perenne en el tiempo e identifique la idiosincrasia de su gente. En los primeros, las escuelas de formación y de jóvenes talentos sintonizan la misma frecuencia y además preparan jugadores para el futuro, y no para un éxito prematuro y endeble en sus fundamentos.
Dicho, lo dicho, la futura trayectoria de La Roja no dependerá únicamente de los nuevos talentos españoles que se encuentran jugando en España y principalmente en el extranjero, sino que los futuros éxitos dependerán fundamentalmente del estilo a practicar. De vestirles a los jugadores un estilo donde se puedan ver identificadas y reflejadas sus capacidades.
Conociendo que los grandes equipos españoles son Torres de Babel de nacionalidades donde sus estrellas principales no son precisamente españolas, el proceso de conseguir triunfos internacionales a corto o mediano plazo será complejo, con pocas alegrías y más frustraciones. Esto es normal y algo que caracteriza todo proyecto a largo plazo, como el que acaba de finalizar. Habrá que estar preparado para un época de sequía y pocas cosechas…
Maor Rozen. Entrenador de fútbol uruguayo. Con un gran futuro como jugador, se retiró a los 23 años por una grave lesión de rodilla. Con una dilatada y reconocida trayectoria de más de 25 años como entrenador, actualmente reside en España.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.