La marcha de Deulofeu, primer cisma en el Barça de Luis Enrique

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Deulofeu/Gerard Reyes

El Barça ha tratado de vender la cesión de Deuñofeu como algo positivo para el canterano. Una experiencia que le vendrá de maravilla en su progresión futbolística. En el Pizjuán tendrá más minutos eso es evidente como el problema de convivencia entre el interior y su técnico durante las tres primeras semanas de pretemporada  Primer cisma en el club azulgrana que se ha resuelto con la salida por la puerta de atrás de la joya de la cantera azulgrana.

A Luis Enrique no le gustó la actitud defensiva del chico y se lo recriminó personal y públicamente. Mal inicio del asturiano. Los  trapos sucios se lavan en casa. Una máxima que Luis Aragonés llevaba a rajatabla. Veremos si hace lo mismo con las vacas sagradas y estrellas del vestuario. El asturiano ha puesto el listón muy alto. Ha abierto la barra libre. Ahora que no se enfade cuando se le pregunte que fulano o mengano no trabajaron bien en defensa. Y habrá que ver si es igual de franco en su respuesta como lo ha sido con Deulofeu. Y lanzó una pregunta ¿qué es lo que se pensará en el vestuario con la marcha de Deulofeu? ¿Cómo ha quedado la figura del entrenador? Alguno lo puede ver como un gesto de fuerza. Como que no se casa con nadie y que tiene la sartén por el mango, pero también la lectura que se puede hacer es de debilidad. Poca experiencia.

El asturiano ha sido muy poco sicólogo. En vez de buscar palabras motivadoras para Deulofeu buscó otras en forma de crítica. Luis Enrique es todo carácter, pero debe aprender a controlarse. El banquillo que dirige necesita de mesura y no de arreones de autoridad. Esa va a ser la gran asignatura que deba aprobar. Mente fría y no sangre caliente. La temporada es larga y seguro que habrá roces y situaciones que a él no le gusten. Y que nadie olvide que dentro del vestuario culé hay gente que gana muchos millones y con un ego elevado a la enésima potencia. Puede darse algún que otro choque de trenes. Que aflore la personalidad del técnico y alguno de sus pupilos. Ha pasado de puntillas, pero la salida de Deulofeu tiene una gravedad. No se entiende que el Barça le repesque y ahora le deje salir por el capricho de su entrenador que ha sido incapaz de inculcarle en tres semanas de asimilar sus conceptos.

Luis Enrique ha fracasado. Se ha rendido muy pronto. Tiró la toalla con Deulofeu a las primeras de cambio. Está bien ser exigente, pero también un entrenador debe tener la cualidad de la paciencia. Deulofeu es un jugador ofensivo por naturaleza con un gran desborde y unas cualidades innatas para ser un arma letal por la banda. Está bien que se la haya pedido más sacrificio, pero eso no se consigue de la noche a la mañana, El técnico debe estimular al pupilo. No con castigos. Sin dejarle sin jugar en un par de amistosos. En este caso, Luis Enroque prefirió la recete de darle toques. No se cortó públicamente en señalarle. Es su método, pero poco efectivo. Caprichosa la reacción del técnico. El Barça sale perdiendo pues pierde un futbolista diferente. Una alternativa para abrir partidos.  Mal rollo para un jugador llamado a se la referencia de futuro en las filas azulgranas. Aún es pronto, pero con esta decisión el asturiano puede alimentar el caldo de cultivo sobre el futuro del chico como barcelonista.

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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