La Terraza del Hotel Dear, el Mirador de Madrid

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Terraza del Dear Hotel en la Gran Vía madrileña

Madrid tiene un nueva propuesta  para aquellos que  busquen desconectar, relajarse  y vivir una experiencia única después de una agotadora  jornada laboral. Bueno, una oferta que también se trasladará a  los afortunados  y eventuales moradores de las 162 habitaciones que tiene el Dear Hotel con vistas exteriores a la Gran Vía y a la Plaza de España. Todo un lujo.

Su espectacular terraza es toda una tentación. Ir a visitarla es toda una experiencia que debe vivirse. Mucho mejor de noche. Desde ella se puede divisar al Edificio España, La Torre de Madrid y la Plaza de España, vecinos de excepción. Pero ahí no para la cosa. Tejados de numerosas casas y más edificios emblemáticos de la capital se pueden observar desde este mirador enclavado en el piso 14 de Gran Vía 80. En el Dear Hotel. Junto al Teatro Coliseum.

El Palacio Real, la antigua Estación del Norte, la Casa de Campo, el Faro de Moncloa, el Edificio de Telefónica…  Madrid a vista de pájaro desde la azotea del Hotel Dear.  La terraza se abre a las 20.00 horas hasta las 02.00 de la madrugada. Música de DJ y una amplia carta de cócteles  son otras excusas para subirse en el ascensor y transportarse hasta la 13ª planta. Una vez allí se plantean  dos opciones. Una, quedarse en  el Restaurante  ‘Nice to Meet You’, donde aguarda una cocina contemporánea con una amplia carta de platos. Por 30 euros, un plan atractivo.  Allí, los clientes pueden dar cuenta de un desayuno buffet todos los días. Segunda opción, acceder a la terraza para en compañía relajarse y disfrutar de las vistas panorámicas.

Vista Plaza de España

Panorámica de la Plaza de España desde la terraza del Dear Hotel

A los conocidos teatros de la Gran Vía se le presente este reclamo para la zona. Un plan sugerente, diferente. Todo un toque de distinción.  Desde el piso 14 del establecimiento se puede tener una visión impresionante de la capital de España.

El hoy Hotel Dear albergó el Edificio Intercontinental y fue adquirido en 2012 por la familia cántabra Sebrango que posee el Hotel Chiqui en Santander. La operación se cifró en 20 millones de euros y tras dos años de rehabilitación el hotel de 7.300 metros cuadrados de superficie se ha inaugurado.

El Edificio Intercontinental, dedicado inicialmente a apartamentos, oficinas y locales comerciales en régimen de alquiler,  fue un proyecto del arquitecto José María Plaja Tobía presentado en el Ayuntamiento con fecha de 14 de  de julio de 1945. En un principio iba a constar de diez alturas pero posteriormente se presentó otro proyecto en 1947 con tres alturas más,  un sobreático y el templete que refuerza el remate de la esquina, todo lo cual serviría de referencia para la fachada a la calle de los Reyes del Edificio España. Un edificio crucial para el urbanismo de la capital pues sirvió como nexo hacia  la Plaza de España desde la Gran Vía.

En la construcción del Edificio Intercontinental se vivió un pulso entre su propietario y el Ayuntamiento por el tema de la altura. Ramón Peñalver Saiz, abogado y notario, recurrió no sólo ante la Oficina Técnica sino que hizo intervenir repetidas veces a la Comisaría General de la Ordenación Urbana de Madrid. Buen conocedor  de sus derechos, de las anteriores sentencias y autorizaciones, como la que en 13 de junio de 1946 le permitió la altura comercial de 55 metros, pleiteó hasta el final para no derribar el último ático construido y mantener las 13 plantas que hoy tiene el edificio, muy por encima de la altura total de su igual en la acera de los impares de la Gran Vía.

Un lugar privilegiado por su enclave. Bien comunicado. Cercano a la Puerta del Sol, Plaza Mayor, Palacio Real. Vecino de los teatros de la Gran Vía y de la Plaza de España. Lugares emblemáticos de la capital. Y lo dicho. Si uno quiere ver Madrid desde el cielo cojan el ascensor en Gran Vía 80 y pulsen el botón 13. Luego, a disfrutar de las vistas acompañado de un cóctel y escuchando música.

 

 

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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