Sí, el Atlético, campeón. Nueve meses después se gestó un título que todo el mundo esperaba que fuese azulgrana o blanco. Sobre todo por el dispendio que realizaron para fichar a Neymar y Bale, respectivamente. Pero partido a partido, el Atlético sacó su vena inconformista, luchadora y ganadora. En el Camp Nou logró su Décima. Primera de las dos finales ganadas. El próximo sábado tiene otra cita histórica. Saldar una deuda de hace 40 años. Lo hará frente un rival, el Real Madrid, que buscará su Décima orejona. De momento, el que la tiene, aunque sea en Liga, es el Atleti.
En Barcelona entonó sufriendo el alirón. Lo lleva marcado en sus genes. Las dificultades le ponen. Le va la marcha. . No fue necesario, porque el Atlético fue infinitamente a un superior a un Barcelona decrépito que se coló de rondón en la lucha por el título por resbalones colchoneros y cagadas merengues en las dos anteriores entregas ligueras. Pero eso no quitaba que la flor de los culés siguiese en pleno apogeo en un rechace, en una acción aislada. Encima, a las primeras de cambio se vio privado de su referente, Diego Costa. El punta se rompió en un sprint. Se retiró llorando. Rotura de fibras. Su presencia en Lisboa, casi descartada y veremos qué pasa con el Mundial. Minuto 24. Dos después, otro lesionado. Arda salió del campo tras in golpe en la cadera. Para rizar el rizo de las desgracias, un gol en contra. Rebasada la media hora, el Barça se encontró con el 1-0. Un golazo. Disparo por toda la escuadra. En el Atlético volvieron a maldecir su mala suerte. El tanto lo hizo Alexis. El chileno es capaz de fallar lo más previsible en boca de gol, y a la vez, de anotar los más increíbles. Y encima, con un ambiente totalmente adverso. Con casi 100.000 aficionados alentando por momentos a un Barça que nunca se creyó su condición de campeón. Con todos los elementos en su contra emergió el espíritu guerrero colchonero.
El Barça, de entrada, traicionó su filosofía. Martino, fuera desde hace meses, dejó en el banquillo a Xavi. No es normal ver a los azulgranas sin su faro, ojo, timón y brújula en la medular. En cambio, el Atlético fue fiel a su ideario. Llegó más al área rival, forzó más saques de esquina, pero le faltó rematar a portería. Solo con los dos mazazos por las lesiones metió el culo más cerca de los dominios de Coirtois. El Barça era matemáticamente campeón, pero en vez de ir a resolver el partido, se mostró conformista. Sin espíritu. Sin convicción. Eso dio vida a un Atlético que trató de quemar sus naves antes del descanso. Sergio Busquets, tirando de oficio, se hizo el lesionado para perder tiempo, pero sobre todo, cortarle el ritmo a los madrileños.
Tras el descanso, en el Atlético tocaron a generala. La Liga estaba en juego. Por eso, acorraló a un Barça que deambulaba por el césped. David Villa avisó con un disparo al palo. Tanta mala suerte no era posible, pero a renglón seguido, la flor azulgrana se marchitó. El guion estaba escrito. La alegría llegó a balón parado. Godín cabeceó a la salida de un córner. Un nuevo gol más del laboratorio del Cholo. El undécimo en este curso liguero. A Ancelotti debe tener un amplio dossier en su mesa. Si le meten un gol en Lisboa es para correrle a gorrazos.
Martino movió piezas. Song entró por Sergio Busquets, esta vez sí, lesionado. Luego, Neymar. El Camp Nou se vino arriba. Los azulgranas, más por ímpetu que por juego, hizo recular al Atlético. Pero el Barça es una sombra. Ya no es lo que fue. Sin físico. Sin juego. Sin espíritu Messi, recién estrenada su renovación millonaria, parecía un alma en pena. Ya tenía lo que fue persiguiendo desde hace meses, pero no correspondió en el verde. El de la hierba. Ausente. Impasible. Una rémora.
Pese a todo, el Atlético siguió concentrado. Sosa salió por Adrián y dio más equilibrio. Courtois, que apenas estaba teniendo sobresaltos, tuvo que sacar una buena mano ante un disparo lejano de Dani Alves. A falta de cinco minutos, Piqué se colocó como delantero centro. Pinto subió a rematar un córner. El Barça estaba desquiciado. Buscó un gol de carambola, pero la flor se le marchitó ante un equipo superior. El campeón. 18 años después los del Manzanares ganaron de nuevo la Liga. Un título que tiene un gran mérito. El Atlético no hizo un fútbol que enamorase o hipnotizase, pero fue el más fiable. el más regular. El digno campeón.
BARCELONA: Pinto; Dani Alves, Mascherano, Piqué, Adriano; Sergio Busquets (Song 58’), Iniesta, Cesc (Xavi 77’); Pedro (Neymar 70’), Alexis y Messi.
ATLÉTICO: Courtois; Juafran, Godín, Miranda, Filipe Luis; Tiago, Gabi, Arda Turan (Raúl García 24’), Diego Costa (Adrián 16’ (Sosa 72’)) y David Villa.
ÁRBITRO: Mateu Lahoz (valenciano). Mostró amarilla a Piqué (), Tiago, Messi (45’), Sergio Busquets (45’) y Mascherano (90’)
GOLES:1-0. Minuto 33. Alexis 1-1. Minuto 49. Godín.
INCIDENCIA: Camp Nou. 96.973 espectadores. 443 de ellos, del Atlético. Fiesta en el césped y en la grada por parte de los rojiblancos que con el 1-1 se proclamaron campeones de Liga con 90 puntos. Tres más que Barça y Real Madrid.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.