Una nueva Liga da paso. Todo hace invitar al enésimo duelo Barça-Madrid, pero ambos tienen un punto en común al llegar al inicio de curso inmersos en un mar de dudas tras lo visto en la pretemporada. Lo normal es que culés y merengues lleguen al último tramo de temporada con opciones de luchar por los títulos domésticos y la Chahmpions, pero los dos necesitan engrasar sus maquinarias.
Los azulgranas parten como los grandes favoritos por sus logros en la pasada campaña, pero que le tocará sudar y aparcar la prepotencia de pensar que con su tridente será cosa de coser y cantar. Poniendo en la balanza las altas y bajas ha visto mermado su potencial con respecto a hace un año. Primero, por la salida de Xavi y luego por la de Pedro. Luis Enrique se ha visto desprovisto de su cuarto mosquetero del tridente, por lo que le tocará apostar por Rafinha, Munir y Sandro como alternativas. A no ser que con el dinero recibido por Pedro se decida a fichar a Nolito y otro atacante, pero con el añadido de que no podrá contar con él hasta principios de 2016.
Un Barça que parte con el hándicap de no poder contar con sus fichajes, Aleix Vidal y Arda Turan, hasta enero, por lo que su fondo de armario estará muy limitado. Luis Enrique tiene ya su once tipo. De un gran nivel, pero cogido con pinzas. Su banquillo no tiene mucha profundidad , por lo que provocará una cierta relajación en los titulares al ver que su puesto no peligra.
La exigencia del calendario obligará a Luis Enrique a realizar rotaciones y ahí se verá la respuesta de los suplentes y ver realmente si el potencial azulgrana se resiente. Esta circunstancia se verá en el arranque de la Liga con la baja de Piqué en las primeras cuatro primeras jornadas por su salida de tono en la Supercopa y la bajas de Neymar, por sus paperas y la de Mathieu por sanción en la primera entrega en San Mamés y pendientes de si Jordi Alba llega en condiciones a la cita.
Las lesiones suelen marcar una temporada. Que se lo digan al Real Madrid en la pasada. El Barça se libró de ellas, pero como le vengan en este curso, malas perspectivas se acechan en el panorama. Luis Enrique cruzará los dedos para que no se le desmonte el chiringuito.
Y lo peor de este Barça es que Messi no carbura. El argentino acabó como un tiro el pasado ejercicio y arrastra el lastre de su participación en la Copa América, por lo que su explosividad irá in crescendo. Un Messi que nos está sorprendiendo con una nueva faceta que le hace ser mucho más completo y que marca la diferencia con los demás. Leo es todo un peligro en el lanzamiento de faltas. Una nueva arma para que el Barça gane o desatasque partido sin verse obligado a tener que jugar bien.
Mientras, el Real Madrid presenta un nuevo proyecto. El de Rafa Benítez. Aún en cueros. Toda una incógnita. Habrá que ver en el arranque de la Liga la respuesta en el verde de los conceptos de pizarra. El Madrid ha ganado en solvencia defensiva, su esqueleto se ha fortalecido. Se ve un equipo con más compromiso colectivo sin el balón, pero en el apartado ofensivo ha presentado pocas variantes. Tres paridos sin ver puerta en pretemporada ha encendido la llama de la incertidumbre en el apartado ofensivo.
Cierto que Cristiano Ronaldo y Benzema se han perdido tres partidos de preparación por lesión, por lo que es evidente que el cuadro merengue anda escaso de efectivos para presentar un plan B en su ataque, pero si no se repite una llegada como la de Chicharito en el último respiro del mercado como sucediera hace un año, Benítez deberá apostar por Jesé, Borja Mayoral o buscar un falso ‘9’. El cuadro blanco, un año más, se encomendará a la voracidad de CR7. Veremos si Bale se acaba adaptando al nuevo rol que Benítez quiere darle y meterse de lleno en el bolsillo a la afición blanca, ya que hay un sector que parece que no le va a pasar una y ya lo mostró silbándole en el Trofeo Bernabéu.
Un Madrid, que a la espera del culebrón De Gea, se ha reforzado en defensa con la llegada de Danilo y la continuidad de Sergio Ramos. El central se ha convertido en el tercer mejor jugador pagado de la plantilla, una circunstancia sólida para no lleguen más cantos de sirena de otros clubes, pero el tiempo ya nos lo dirá si los hay y si se filtran por interés.
Casemiro y Kovavic han fortalecido su mediocampo. Habrá que ver el rendimiento y aportación del croata. Todo un desconocido por el que se ha invertido una jigosa cantidad de dinero. Un jugador que llega con una indefinición en cuanto a su posición en el rectángulo de juego. Unos le colocan como alternativa a Modric, mientras que otros y él mismo, se ve mejor como medio defensivo. Una medular que tiene aire fresco con la llegada de Lucas Vázquez y Cheryshev que aportarán desborde y velocidad por las bandas.
Por detrás, aparece el Atlético. Cierto que ha perdido a Arda, Mandzukic, Miranda o Mario Suárez, pero que se ha visto fortalecido al mantener a Koke, y sobre todo, a Simeone. El método del Cholo seguirá en vigencia, por lo que los nuevos lo mamarán y lo memorizaran al dedillo desde el principio. El compromiso se renovará en el vestuario. Un equipo en el que Griezmann será la referencia y que tiene visos de ofrecer un mayor rendimiento en su segundo año como colchonero.
Un Atlético que se ha reforzado con Filipe Luis, Vietto, Jackon Martínez y Oliver Torres, entre otros. Este último está llamado a liderar el Atlético a corto plazo . Su primera misión será hacer olvidar a Arda y el extremeño está capacitado para hacerlo. Su período de formación fuera del Atlético finalizó y está garantizado su protagonismo en su vuelta al Manzanares.
Los rojiblancos tienen muchas variantes en su juego ofensivo y posiblemente de los tres grandes sea el que mejor fondo de armario tenga. Raúl García, Fernando Torres, que deberá mostrar su mejor versión, Jesús Gámez, junto a los descartes en ataque, estarán en el banquillo para convertirse en alternativas o revulsivos. Un Atlético que luchará por ser el mejor de la otra Liga, pero con una solidez y reputación para los torneos del K.O. que le pueden hacer subir sus acciones de éxito.
Luego, Valencia, Sevilla y Villarreal aparecen en escena. Los de Mestalla han perdido potencial por la marcha de Otamendi, y a la espera de la llegada de su sustituto, ofrecen la garantía de ser un bloque con las ideas claras. Los jugadores saben a lo que juegan y el hecho de llevar un año juntos les da una fuerza y un respeto hacia el exterior.
Al Sevilla le tocará reinventarse un verano más. Aleix Vidal y Barra, entre otros, ya son historia en el Pizjuán. Llegaron otros con la misión de que nadie les eche de menos a loa ausentes, por lo que a Emery se le presenta el reto de partir nuevamente de cero.
A Marcelino en el Villarreal le pasará algo de lo mismo. El cuadro amarillo se ha renovado totalmente en su ataque. Soldado ha sido reclutado otra vez para la Liga. Un campeonato que tendrá la novedad de tener una jornada en Navidad. El 30 y 31 de enero el fútbol se unirá al turrón y los villancicos. Una medida cogida por pinzas y que demuestra la lucha encarnizada por el control del fútbol. Tercera modificación del calendario antes de su inicio. Todo por ayudar a que la selección renga más días para preparar la Eurocopa 2016. Sensacional, pero eso se sabía desde hacía tiempo que la próxima campaña tenemos esta cita, pero increíble y chapucera el nuevo retoque de fechas. El 31 se juega un Rayo-Atlético y en Vallecas es tradicional la San Silvestre que mueve a más de 40.000 personas. Una prueba que se sabe de sobra que se celebra cada 31 de diciembre. Por eso es absurdo que se obcequen con que ese partido se juegue ese día. ¿No sería mejor poner toda la jornada el 30?
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.