Que Robben no proteste cuando le hagan un penalti no señalizado por el colegiado de turno. Por favor. Que no se queje ni raje. El holandés ha quedado retratado como el gran ‘piscinero’ del Mundial con su portentosa exhibición ante México. No puede irse de ‘rositas’. Tres veces se lanzó dentro del área azteca. La última, sublime. Gran estética. Se recreó en el movimiento. Se inspiró en los ‘clavadistas’ de los acantilados de Acapulco. Seguro que salpicó a todos los que le rodeaban. Incluso al juez de área. ¿Para qué sirve dicho sujeto? Desde su posición privilegiada se supone que está para ser el tercer ojo del colegiado, pero una vez más, miró para el otro lado. Que les revisen la vista a estos caballeros.
Personalmente, estoy en contra de la introducción de la técnica en el fútbol. El error humano le da vidilla, salsa al deporte rey, pero o se cambia la actitud del quinto colegiado, o se suprime su figura. En el Holanda-México una nuestra demostración que no vale parada nada. La acción simulada de Robben no fue vista por quién debía hacerlo. Una decisión que valió para echar a una selección, en este caso México, del Mundial. La FIFA tiene que tomar medidas. A Luis Suárez le metió un buen paquete por su mordisco. Nueve partidos y una serie de sanciones paralelas como no dejarle acceder durante cuatro meses a los estadios y no poder desarrollar sus tareas propiamente dichas en ese tiempo. Lo de sacarle del Mundial de manera inminente me pareció excesivo. Muchos le han querido vestir de santo o mártir, que poco tiene de ello, pues es un empedernido vampiro. Debe concienciarse y no volver a reincidir. Tiene cuatro meses para hacerlo. Hay ahora otro jugador que debería hacerlo.
La FIFA debe seguir dando ejemplo. Al juez de área del Holanda-México debe mandarle de vacaciones, pero no pagadas, durante una buena temporada. Y a Robben le debe meter un buen ‘puro’. Por tramposo. Por tahúr. Intolerable su actitud. Intentó engañar al árbitro de manera premeditada por triplicado. No paró hasta conseguir su objetivo. No tiene justificación su actitud. Se quedó sin recursos futbolísticos y tuvo que echar mano del manual de las trampas. Simular caídas. Una ruindad. . La FIFA tendría que actuar de oficio y acabar con esa práctica de algunos jugadores. Unos los llaman listos, avispados o pillos. En realidad son unos tramposos. Me harta en el fútbol oír quejas de futbolistas y entrenadores cuando una decisión arbitral les ha perjudicado, pero nunca lo hacen cuando les ha beneficiado. Robben se echó unas risas cuando le preguntaron por su último gran salto- del Tigre o del Ángel- en el área mexicana. Por lo menos podía haber reconocido que se tiró. Reconoció haberlo hecho en otra acción., eso sí, quejándose de que le hicieron antes un penalti. Impresentable. Lo de Luis Suárez estuvo mal, pero lo de Robben es peor. Engañó al árbitro y resultó impune su acción. Hay que poner freno a esta fauna de jugadores. Se merecería que le metieran un buen ‘puro’, un buen ‘paquete’. Y una deportación. La entendería en esta caso más que la de Luis Suárez. Su acción llevó a engaño y dejó a una selección fuera de los cuartos. Se salió con la suya. Ya no se puede cambiar el resultado, pero por lo menos, Robben debería sufrir en sus carnes un castigo. Él y los que abusan de hacer caída libre dentro del área deben concienciarse de que no pueden tirarse en las áreas cuando les viene en gana. Se merece que le saquen del Mundial ‘ipso facto’ y que le pongan una buena terapia alejado de los terrenos de juego para que se retracte. Aparte de meterle una buena ‘pila’ de partidos que intensificase su estilo como saltador de trampolín. Quizás estemos ante otro Greg Louganis. En este caso, calvorota.
Además, en ese tiempo alejado de los terrenos de juego, si algún director de cine se decide a hacer un remake de ‘El nadador’ que piense en el holandés, actual jugador del Bayern, para emular a Burt Lancaster en dicha cinta de 1968. Un hombre que le dio por recorrerse las piscinas de una población. Robben encaja con el papel. Tiene un buen repertorio. Se puede tirar de cabeza, de ‘bomba’, de `tripazo’, de espaldas. ¡Qué ganas tengo de que le hagan un penalti clarísimo y que no se lo piten!
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.
No puedo estar más de acuerdo con el artículo estoy hasta las narices de ver a jugadores tirarse al suelo engañando a todo el mundo,parecen «dobles»de película mala del oeste por no hlablar de los arbitros de área joder que fácil es ganar dinero en el fútbol