Del Bosque debe imitar a Luis y cargarse a sus ‘Raúles’

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Vicente del Bosque

Todos sabíamos que la transición en La Roja no iba a ser un camino de rosas. Altas dosis de paciencia fue la prescripción facultativa tras el fracaso del Mundial. Un tratamiento a de recuperación a largo plazo. Pero nadie contaba con una nueva recaída en un partido clasificatorio para una Eurocopa frente a una selección de perfil bajo. A Clemente le pasó en Chipre. A Luis en Irlanda del Norte. Y ahora le tocó a Del Bosque en Eslovenia.

Analizando el partido, La Roja debió ganar con solvencia en Zilina, Más por acoso y derribo que por juego. La posesión fue altamente de los nuestros, pero la circulación del balón fue lenta y hubo un empecinamiento por  tirar paredes por el centro y sin buscar la opción de las bandas. España creó una batería de ocasiones, pero Kozäcilk,  a sus 30 primaveras, hizo el partido de su vida. El meta eslovaco mostró unas cualidades felinas  sacando cinco manos portentosas. Eslovenia hizo su partido. Nada que reprocharles y criticarles. El mismo que le plantean casi siempre al Real Madrid y Barcelona. Bien ordenados,  intensidad, todos por detrás del balón y fiarlo todo a la contra. Y vaya que lo hicieron y lo rentabilizaron los eslovenos. Tres disparos a puerta y dos goles. Lo que no entraba en el guión fue la cantada de Casillas en el primero y el regalo en el segundo. Koke, improvisado lateral zurdo por la subida de Jordi Alba,  estuvo blandito, como Piqué, que fue en su ayuda, permitiendo el centro de Duris, que Stoch remató con contundencia en el segundo palo ganando a Cazorla, que le tocó ser lateral derecho al sustituir a Juanfran como lateral derecho. Un cambio para comer cerillas.

La derrota en Eslovenia puede catalogarse de accidente, pero con matices. Todas las críticas se centran en el error de Casillas y la inoperancia goleadora galopante de Diego Costa, pero el culpable tiene nombre y apellido. Vicente del Bosque. De entrada, no creo que la solución sea su salida de la selección. Él está capacitado para sacar adelante a La Nueva Roja, pero debe dejar la diplomacia en el armario y sacar la coherencia y justicia en sus futuras convocatorias. Tras el fracaso en Brasil llegó la hora de la regeneración, pero el seleccionador no tomó cartas en el asunto. Prefirió ser un mero espectador y esperar el movimiento y descarte de algunos de los pesos pesados del vestuario. Xavi y Xabi Alonso anunciaron su renuncia a jugar con la selección, y David Villa, con su marcha al fútbol estadounidense, vino a quitarse en medio. Vamos, que le hicieron el trabajo.

Quedaban otros nombres marcados, pero Del Bosque no tomó ninguna decisión drástica y decidió darles una segunda oportunidad. Está en su derecho. Es el seleccionador y él debe hacer su grupo, su equipo, pero  es evidente que hay futbolistas que están a años luz de su mejor momento: Casillas, Iniesta, Sergio Busquets y Piqué. Eso lo estamos viendo todos. Nadie es imprescindible en la selección. Eso pasa en cualquier empresa. Con La Roja deben ir los jugadores que en mejor forma estén y no los mejores futbolistas- por nombre o curriculo. Eso de agradecer  los días de vino y rosas y los servicios prestados debe tener fecha de caducidad. Si van a la selección que sea por méritos y no por enchufismo.

Del Bosque heredó La Roja que gestó, crió y educó Luis Aragonés. Tras el mazazo en Belfast, 3-2 ante en Irlanda del Norte en septiembre de 2006, el entonces seleccionador tomó una drástica decisión. Raúl, Cañizares y Michel Salgado ya no volvieron a entrar en sus planes. Luis tuvo que aguantar la presión mediática por no contar con el primero. Al de Hortaleza no le temblaron las canillas y sacó su pronunciada personalidad. Siguió en sus trece y apostó por un grupo contra viento y marea. Sembró la semilla. Dos  años después se recogió la cosecha ganando la Eurocopa 2008 en Austria y Suiza. Luego, su legado pasó a manos de Del Bosque. No hubo cambio de filosofía. La apuesta siguió siendo la posesión del balón, y el nuevo seleccionador, conservando el bloque e introduciendo unos retoques, nos llevó a conquistar la cima con el Mundial en Sudáfrica y conquistado otra Eurocopa en Polonia y Ucrania.

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Casillas, en el centro de la imagen

Ahora, Del Bosque tiene que poner la futura semilla.  Por suerte, contamos con una prometedora generación de futbolistas. Algunos, como Koke o Paco Alcácer ya despuntan. Otros, como De Gea, Carvajal, Rodrigo o Bernat pueden pasar el umbral en cualquier momento. El seleccionador debe mojarse y tomar decisiones. Ya lo ha hecho por Diego Costa. Pese a lo que al delantero está recibiendo por su rendimiento desde distintos medios, es su ‘9’ y lo va a mantener.   Como su nueva apuesta de modelo. El juego de toque ya no es la patente de La Roja pues ha aparecido la variante del balón largo para buscar a un Diego Costa que aún no ha dado en la diana. A Del Bosque le quedan otros ‘Expedientes X’.  Tiene que decidir lo que hacer con sus  ‘Raúles’.  Sacrificarlos, a corto, medio o largo plazo o mantenerlos. El clamor popular pide lo primero. Lo justo es que jueguen los mejores. Por rendimiento y no por decreto. Hombres y no nombres. Pero otra cosa está clara. Decida lo que decida no dejará a nadie satisfechos. Y se abrirá el melón. Más fuego y carnaza para las dos Españas futboleras.

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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