Vamos a empezar por el título de esta información -algo que cualquier catedrático de periodismo diría que es una aberración- ¿A alguien le sorprende que Francisco Granados haya sido detenido en un caso de corrupción? A los que llevamos tiempo siguiendo la información y los avatares de la política madrileña, lo que nos sorprende es que no se haya producido antes.
Desde que Granados dejó la alcaldía de Valdemoro para incorporarse al primer Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid al frente de la Consejería de Presidencia muchos fueron los que advirtieron, eso sí por lo bajini, que Granados tenía demasiado poder y “estaba haciendo cosas raras”.
Porque en esa época el hombre fuerte de Aguirre era Granados y no Ignacio González, actual presidente madrileño, y para remarcar esa autoridad, Aguirre le otorgó la secretaría general del PP madrileño.
Desde Presidencia Granados -al que tuve la oportunidad de entrevistar en una ocasión en su despacho- empezó a urdir la trama que hoy ha estallado judicialmente, y en la que contaba no sólo con miembros del PP, sino también de sus adversarios políticos si gobernaban en cualquier municipio.
La corrupción política que tanto nos está escandalizando en los últimos años en las altas esferas es voraz en la Administración más cercana al pueblo, en la municipal. Seguramente –y este es un dato sin contrastar- no hay pueblo, grande o pequeño, de la Comunidad de Madrid, y de España me atrevería a aventurar, que no haya tenido un trato de favor hacia uno u otro empresario, ya sea por cuestiones políticas, amiguismos, familiares o simplemente por presiones, que las hay. Lo cierto es que Granados se movía como pez en el agua, siempre en un segundo plano, pero siendo “el verdadero jefe, como aseguraban en muchos ayuntamientos”. Es más, cuando saltó el caso Gürtel, lo raro es que no fuera imputado, porque la sensación en el interior del PP madrileño es que iba ser uno de los primeros, como sucedió con su amigo y también consejero López Viejo.
Vaya cuadrilla la que tenía Esperanza Aguirre en el interior de su gabinete. Lo peor de todo es que la ‘lideresa’ lo sabía y no tuvo los arrestos de ser ella la primera en denunciarlos ante la Audiencia nacional, se limitó a destituirlos de sus cargos, para asombro de muchos, sin ninguna explicación, como pasó con Granados, al que apartó de la Consejería de Justicia e Interior y de la secretaría del PP madrileño. Eso sí, para que estuviera calladito le hizo diputado de la Asamblea y posteriormente senador.
Pero cuando por fin el diario ‘El Mundo’ – a otros que trabajábamos en otros medios no nos creyeron o no nos dejaron sacar nada por medio a las represalias, entiéndase a la retirada de la publicidad institucional- publicó en febrero que Granados poseía una cuenta con 1,5 millones de euros en Suiza, no tuvo más remedio que dimitir y salir en todos los medios, al estilo Jordi Pujol, diciendo que el es muy honorable y que ese dinero lo había ganado con su trayectoria profesional, pero que dimitía por no perjudicar al partido. ¡Venga ya!
Lo peor de todos estos elementos corruptos, no es sólo que roben dinero público a manos llenas, que tengan coches oficiales, guardaespaldas, secretarias, comida y viajes gratis, es que encima sueles ser chulescos y, sobre todo, muy cínicos.
Cuántas veces hemos oído al político de turno referirse a un compañero de partido que ha sido imputado decir “yo no sabía nada, me duele por él, pero que se le aplique la ley con todo rigor”. Cuando dicen eso, tienen muchas probabilidades de ser lo siguientes.
Pero volvamos a la noticia del día ya que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil están de la realizando una macrorredada y ya han detenido a 51 personas en Madrid, Valencia, León y Murcia, entre ellos, varios empresarios.
Los alcaldes de Valdemoro, José Carlos Boza Lechuga, del PP, y de Parla, José María Fraile, del PSOE, partido que ha anunciado la suspensión de militancia de este último. También han sido detenidos los regidores o están siendo investigados en estos momentos los municipios madrileños de Collado Villalba (Agustín Juárez, del PP) , Casarrubuelos (David Rodríguez, del PP), Serranillaos del Valle (Antonio Sánchez Fernández, de la Unión Demócrata Madrileña) y Torrejón de Velasco (Gonzalo Cubas Navarro, del PP).
En el marco de la ‘Operación Púnica’, también se han practicado 259 registros y 400 mandamientos dirigidos a entidades bancarias para acordar el bloqueo de cuentas corrientes, según ha informado la Fiscalía Anticorrupción.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.