Jordi Pujol
“España nos roba”. Fue el eslogan promulgado para alimentar el caldo de cultivo del independentismo catalán. Algo había de cierto, pero en otra dirección. Jordi Pujol ha sorprendido con su ataque de moralidad tras 34 años evadiendo impuestos y estafando a Cataluña y a España. Ahora, desde la Meseta, como se dice por allí, nos hemos quedado pasmados. Menos mal que ‘Honorable’ fue el apelativo que recibió su antecesor, el señor Tarradellas. Pujol ha tenido una desfachatez supina. Hace meses negó en Antena 3 que su familia tuviera dinero en un paraíso fiscal. Como el cuajo de su sucesor, Más, al manifestar que el ¡caso Puyol’ era una cuestión personal y familiar. Claro que lo era. La familia y uno más.
Tiene gracia que tres de las cabezas visibles de CIU hayan estado salpicados por fraude va fiscal: el susodicho Pujol, Más y Durán i Lleida. El segundo también tiene un lío con una herencia de su padre en Liechtenstein el tercero estuvo en el ojo del huracán por la financiación fraudulenta de Unió Democrática de Catalunya. Años y años poniendo el ventilador, desviando la atención y engañando al personal.
La cosa no se detiene ahí. Al hijo mayor de Puyol se ha unido ahora Oleguer, otro vástago de Pujol, al que no le crecen los enanos, que va a ser investigado por Anticorrupción por presunto blanqueo de capital por un valor aproximado de unos 3.000 millones de euros. En efecto, Más tenía algo de razón. Por lo menos, al ex presidente de la Generalitat le van a retirar una serie de privilegios. Un sueldo multimillonario por pensión y una oficina en una zona de alto standing en la Ciudad Condal. ‘Yoda Pujol’ debe desvelar ahora el motivo que le llevó a su ataque de sinceridad tras 24 años burlándose de todos: de españoles y catalanes. Y a todo esto. En TV3 se aborda el asunto casi de soslayo. ¡Por qué será? Flaco sabor a la ciudadanía. El periodismo está para denunciar y no para mirar al otro lado. Menos mal que ha sido el propio Pujol el que ha destapado el caso. Si no lo hubiera hecho nos imaginamos que la propaganda hubiera puesto en marcha el ataque de España contra los intereses catalanes en sus miras independentistas. Cada uno queda retratado. ¿No era España la que robaba a Cataluña?
