Parece mentira que hayan tenido que llegar los éxitos de las distintas selecciones (en especial la de fútbol) y deportistas españoles para sentirnos orgullosos de haber nacido en esta tierra.
Ayer se conmemoró la Fiesta Nacional con el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas y la recepción del Rey a las autoridades en el Palacio Real, y se acabó. No hubo más actos, ni conmemoraciones, ni celebraciones, como si nos diera vergüenza de pertenecer a uno de los países más antiguos del mundo y que tanta historia tiene tras de sí.
¿Qué sucede que te van a llamar facha por sentirte español? Quien hoy día piensa así todavía es que no se ha dado cuenta que estamos en el siglo XXI. Las reminiscencias de la Guerra Civil y del franquismo quedan ya muy lejos, y si no que se lo pregunten a los menores de 30 años, muchos de ellos no saben ni quién fue Franco.
Sentirte partícipe de una nación, con sus múltiples variedades regionales o autonómicas, como quieren llamarlo, con su variedad de gentes, de acentos, tradiciones e historia no tiene nada que ver con la política. ¡Maldita política que todo lo emponzoña!
Sentirse español es estar orgulloso de tu vecino, de nuestra forma de vivir, de nuestra historia, de nuestro futuro.
Hemos nacido aquí, y eso nadie lo puede cambiar. Seguramente escribiría lo mismo si hubiera nacido en Francia, el Reino Unido o Estados Unidos, por poner un ejemplo, donde nadie reniega de su condición de francés, norteamericano o británico y donde sus fiestas nacionales se celebran por todo lo alto.
Además, tan europeos que nos sentimos, debemos tener en cuenta que nuestra historia mira más a Hispanoamérica que al norte. Nos hemos olvidado de nuestros hermanos americanos, si americanos, aunque sean del centro y del sur, donde la mezcla de culturas españolas y autóctonas es tan decisiva.
Y nos hemos olvidado hasta tal punto, que ellos ahora reniegan de nosotros y son capaces de celebrar el mismo día 12 de octubre, no como la fecha de encuentro entre dos mundos, sino como el Día de La Raza.
Qué despistados están nuestros amigos americanos. El Día de la Raza quieren utilizarlo como reivindicación de las culturas originarias indígenas y hay que recordarles que esa denominación también la inventamos los españoles en conmemoración del avistamiento de tierra por el marinero Rodrigo de Triana en 1492, tras haber navegado más de dos meses al mando de Cristobal Colón, para descubrir a lo que posteriormente se denominaría América.
Sí, aquí en España durante muchos años también se celebró el Día de la Raza hasta que se cambió por el de Hispanidad.
Pero volvamos a la parada militar de ayer en el centro de Madrid. Por primera vez los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, acompañados de sus hijas la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, han presidido el pasado domingo el desfile militar como jefes de Estado, donde han acudido todas las autoridades de España, menos los presidentes de Cataluña, País Vasco y Asturias.
Muchos no comulgamos con la figura de un Rey como jefe del Estado, pero mientras no se cambie la Constitución (a ver quién es el partido político en el poder que plantea de verdad monarquía o república) debemos acatar las instituciones del Estado y la primera es la Casa Real.
Y por último un reconocimiento muy especial para nuestras Fuerzas Armadas, a sus tres Ejércitos, Aire, Tierra y Marina, porque ellos sí que son los verdaderos embajadores del pueblo español. Desde finales de los 80 hasta ahora su transformación y profesionalización ha logrado que todos nos hayamos sentido orgullosos de sus intervenciones en aquellos conflictos a los que se le han enviado como por ejemplo la Guerra de Los Balcanes, Iraq o Afganistán y por las miles de misiones de paz en las que han intervenido. Y un reconocimiento muy especial a la Legión, otrora vilipendiada por ser un nido de analfabetos, rufianes y suicidas y hoy día es ejemplo de superprofesionales que no escatiman sudor y sangre por defender a su país sin olvidar su glorioso pasado.
Lástima que muchos de los mandos (generales y Estado Mayor) de la Fuerzas Armadas no estén a la altura de sus oficiales, suboficiales y tropa. Es hora de hacer una limpia.
En definitiva, y con estas pequeñas líneas sólo quería mostrar mi orgullo de ser español, español, español.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.