Sí, es cierto, en plena Guerra Civil se han celebrado elecciones presidenciales en Siria. La novedad es que por primera vez en 50 años ha habido más de un candidato. La triste realidad, como no podía ser de otra forma, es que Bashar al Asaad ha logrado una contundente victoria: 88,7% para el presidente, 4,3% para el candidato liberal Hasán al Nuri y 3,2% para el comunista Maher Hayad.
Tras conocerse el resultado el miércoles por la noche, cientos de personas salieron a las calles de Damasco para celebrar el resultado con cohetes, banderas y disparos. Es la primera vez que el jefe del Estado se presenta a unos comicios con candidatos alternativos. Preside la república de Siria desde que su padre y predecesor en el cargo, Hafez el Asad, murió en 2000.
¿Alguien se puede creer que estos resultados no estaban amañados o influenciados desde el poder? Lo acaecido en Siria no se puede calificar más que como una pantomima, incluso el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, pidió al Gobierno que no celebrara las elecciones y que buscara “una solución política” al grave conflicto. Desde Europa también llegaron opiniones críticas a lo que el Consejo de la Unión Europea calificó de “parodia democrática”.
¿Por qué no ha habido ya una intervención internacional como en otros países? En el conflicto sirio hay muchos intereses internacionales en juego y la sombra de Moscú y Pekín planea claramente sobre el país. Mientras, la población civil sigue sufriendo las consecuencias.