Esperanza Aguirre es un ‘cadaver’ político que tenía que haberse marchado hace mucho tiempo

Esperanza AguirreEn estos días de calor no hay nada mejor que visionar algunas de las excelentes series televisivas que han pasado un tanto inadvertidas para el gran público. Este es caso de la danesa ‘Borgen’, donde se cuentan los entresijos de la primera ministra de aquél país y sus esfuerzos para sacar un gobierno multipartito adelante.

 En uno de los capítulos de la primera temporada hay una frase que bien se podría aplicar a España. Un presidente de un ficticio país del Este, donde le acusan de no respetar los derechos humanos, le dice a la primera ministra danesa “¿Cuánto tiempo de democracia tienen en Dinamarca, 160 años? Pues nosotros llevamos desde 1992, no nos acuse de poco demócratas, es cuestión de tiempo”.

Esta afirmación podríamos aplicárnosla a nosotros. Llevamos de democracia real desde 1978, muy poco en comparación con otros países europeos, y hemos pagado la novatada en asuntos de corrupción.

Comunidades autónomas como Andalucía, que no ha conocido otro gobierno que fuera el PSOE, Madrid, con más de 20 años de gobierno Popular, Cataluña, con otros tantos del CiU (salvo los cuatro años del nefasto tripartito) o País Vasco, con el PNV son claros ejemplo de lo que no puede suceder en una democracia. Los partidos en el poder deber alternarse, las personas deben tener un periodo máximo de representación y las caras deber renovarse, si no, al final, y por la propia condición humana, se llega a creer que la Administración es un cortijo de propiedad particular de unos pocos y comienzan los tratos de favor y la corrupción.

Ese es el caso que ha sucedido en Madrid. Esperanza Aguirre, de quien nadie duda que es un ‘animal’ político, ha visto como le crecían los enanos (corruptos) a su alrededor. Da pena, mucha pena, ver a la otra lideresa como justifica lo injustificable señalando que se siente «abochornada, responsable e indignada» por el caso Púnica, pero remercando que «de ninguna manera» puede consentir que se piense que ella fue «consentidora» de los hechos. Incluso se atreve a decir que ha hecho más de 500 nombramientos y «dos me han salido rana”, en referencia Granados y López Viejo.

No señora Aguirre, así no es, hay que recordarle que en estos momentos, además de esos dos exconsejeros, también se encuentran imputados Lucía Figar y Salvador Victoria, que al anterior presidente de la Comunidad, Ignacio González le han investigado por un presunto regalo de un apartamento en Marbella, que a otros exconsejeros y exviceconsejeros, como Güemes, Lamela, o Clemente, también han tenido o tienen problemas con la justicia, pero lo que es todavía más alarmante es el número de ayuntamientos en la Comunidad de Madrid que se han visto implicados en casos de corrupción,.

La lista sería interminable, empezando desde Pozuelo, Alcalá de Henares, Valdemoro, Pinto, Moraleja de En Medio, Villalba, etc. Cargos todos ellos puestos por Esperanza Aguirre, aunque en sus manifestaciones haya llegado a declarar sin sonrojarse que no los conocía y exigiendo además a los jueces que aclaren «rápidamente» las imputaciones, porque «no puede ser que ahora se levante el secreto de sumario para unas cosas y, en cambio, se hace una pieza separada para otras».

Todavía casos como la Púnica, y otros que si los jueces y la UCO tienen tiempo de investigar saldrán adelante, no han acabado, Porque, por desgracia, la mayoría de los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid tienen irregularidades en la concesión de sus concursos y contratos.

Aguirre es un cadáver político. La única posibilidad de supervivencia que tenía era la de haber sido alcaldesa de Madrid, algo que no ha logrado, y por el bien de su partido y de la democracia, lo que tenía que hacer es retirarse de la escena política y dejar que otras generaciones ocupen su lugar.

Nadie, ni sus más acérrimos, creen ya en Aguirre y lo que está consiguiendo es que sus apariciones en los medios y su oposición en el Ayuntamiento de Madrid sea cada vez más esperpéntica. Aguirre se ha convertido en un guiñol de sí misma, planteando cuestiones inverosímiles en el Pleno del Ayuntamiento para torpedear a la nueva alcaldesa.

Aguirre, como diría su buen amigo Aznar en otra época, ¡Márchese ya!

About José Luis García

Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.

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