El tiempo pone a cada uno en su sitio y acaba dictando sentencia. Unos verán la salida de Di María del Real Madrid como un buen negocio. Costó 35 millones y lo venden por 75 más otros 15 por variables. Con esa cantidad ya está amortizado el fichaje de James Rodríguez. Un fichaje innecesario. Una apuesta de futuro que se ha hecho con un precio obsceno por un jugador que es toda una incógnita. El Madrid ya vivió un gran fracaso con la contratación de Kaká y veremos si el colombiano es un nuevo fiasco. Aún es pronto, pero le veo muchas similitudes con el brasileño. Su forma de moverse por el campo, su actitud. Tiene calidad, pero aparenta no tener sangre, algo que sí que demostró Di María.
Los palmeros de Florentino Pérez insisten en que el argentino ha sido el que se ha querido marcharse con sus insistentes peticiones de subida de salario. Los futbolistas son egoístas. Solo respetan lo que tienen firmado cuando les interesa. Nunca veremos a uno pedir reducirse sus emolumentos por bajo rendimiento. Di María no estaba satisfecho con lo que ganaba y quería que se lo reconociesen. El Madrid le pagó 2,5 millones anuales en su primer contrato y unos años después se lo subieron a 4. Ahora quería el doble y el club blanco le llegó a ofrecer 6 kilos por año. Pesetero salió el argentino. Choca que no se haya llegado a un acuerdo. Si el jugador pedía 8 y el Madrid le daba 6, el punto estaba en 7. Acuerdo y habría sobrado la millonada pagada por James Rodríguez. Otro producto de Jorge Mendes, el cual ha tratado de colocarle a Falcao al club blanco. Ya lleva dos años haciéndolo. El tiempo dirá si lo acaba logrando.
Puede que en los despachos de la zona noble del Bernabéu se cansaran de las peticiones del extremo y desde principios del verano ya tenían diseñada el plan de su marcha al fichar a James Rodríguez. Un futbolista que nada tiene que ver con el argentino. Más pausado y sin desborde. 70 millones más otros 10 por objetivos se han invertido por el colombiano, que a día de hoy, tiene mucho que demostrar para jugar en el Real Madrid. Uno puede pensar que si está en el once es por no verle de suplente por lo que ha costado. Verde, pero que muy verde para ser titular en el club blanco. Al chaval se le va a mirar con lupa por su alto coste. Habrá que ver su fortaleza mental.
El Madrid pierde un montón deportivamente con la salida de Di María. Si Ancelotti dijera lo que piensa de verdad al respecto… Pierde un jugador distinto. Su descaro, su capacidad de desborde, su fuente inagotable de pases de gol, su compromiso e implicación en todos los partidos. Y que siempre dio la cara en las finales. Ahora mismo no tiene un futbolista que se le asemeje. Bale se le acerca. Al galés, que debe coger su testigo, se le debe exigir más. El tiempo dictará sentencia. El Madrid seguirá adelante, pero choca que se haya desprendido de un futbolista con tres años más de contrato. Una de sus referencias. Eso sí, deslumbrado por el apellido de otros jugadores. El Madrid parece más una empresa que un club. Ha permitido un cambio de cromos innecesario, absurdo. Ha preferido reforzar a un rival en potencia con un crack. Di María lo es, pero es triste que solo hay ojos para Messi y Cristiano Ronaldo. Que se lo digan a ‘La Pulga’ y al resto de la albiceleste si Di María hubiese podido jugar la final del Mundial.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.