Simeone le ganó la partida al ‘Tata’ Martino en el planteamiento del pasado martes en el Camp Nou. Pero no remató la faena. Tuvo al Barça a su merced, pero incomprensiblemente, con el resultado a favor, cometió un error de cálculo al retirar del césped a David Villa. Sí, el Barça reaccionó de la mano de Iniesta. Los que dan los votos para el Balón de Oro que se acuerden de este partido. De la exhibición del manchego y del día libre que se tomó Messi. Pero insisto, hubo una decisión adoptada por El Cholo que pasó factura al Atlético. Que pasó inadvertida. Consciente o inconscientemente. Todo el mundo alabó el planteamiento del argentino, pero en los últimos 30 minutos, metió el autobús. Su apuesta fue rácana y conformista. Me transportó a la forma de jugar de Mourinho. Al portugués se le sacudía por su excesivo conservadurismo y su negativa a jugar la pelota. Eso mismo hizo El Cholo tras el 0-1. La única diferencia es que a él no se le crítica. Tiene bula mediática. Es humano. Como todos. Su caso es similar al de Guardiola. Que se sepa ninguno de los dos mean colonia. Su cacareado ‘partido a partido’ ha sentado cátedra. Ha hipnotizado al personal. Pero el martes, dejó escapar una oportunidad para haber dado un golpe de gracia al Barcelona.
Durante más de una hora, el Atlético tuvo controlado el Barça. Y contra las cuerdas, tras el golazo de Diego. Quedaban 34 minutos. Hasta ese momento, los azulgranas se vieron impotentes para traspasar la primera barrera que le montó Simeone en el césped. Una especie de Línea Maginot. A Xavi y compañía le costó horrores sacar jugado el balón desde atrás. Eso se vio en el arranque del partido. Hasta el minuto 2 y 27 segundos no pudo elaborar su primera circulación larga de balón. Un dato que debe registrarse en el Libro Guinness de los Récords. Además, el Barça no pisó el área madrileña hasta el minuto diez como consecuencia de una acción que acabó en córner y hasta el minuto 24 no hizo trabajar a Courtois con un remate de cabeza blandito de Neymar.
El Atlético estuvo bien posicionado y llevó la iniciativa en el juego en los primeros minutos. David Villa tuvo una gran ocasión, pero el balón se le marchó fuera por centímetros. Los colchoneros se encontraron cómodos. Sin agobios. Daban mejor sensación como equipo. Encima, Messi estaba desaparecido. Por su parte, Xavi y Cesc estaban desconectados. Solo Iniesta empezó a frotar la lámpara, pero lo haría con más intensidad en la segunda parte. Tras el golazo de Diego, el caballero andante de La Mancha, monopolizó el balón y se puso a inventar pases. Neymar igualó la contienda tras uno mágico que salió de sus botas. Un minuto antes, El Cholo cavó la tumba colchonera. Retiró del césped a David Villa para dar entrada al ‘Cebolla’ Rodríguez. El Atlético se quedaba sin una referencia arriba. El asturiano hubiera sido el arma ideal para haber finalizado una contra colchonera, pues estaba cantado que el Barça tocó a generala. Dejaría más espacios y eso le daba al Atlético más posibilidades para matar el partido. Pero ‘El Guaje’ se fue al banquillo y Diego pasó a jugar de falso ‘9’. Ese trastoque de posiciones no llevó a ningún lado al Atlético. Bueno sí, a encerrarse. Menos mal, que para los intereses madrileños, emergió el coloso Courtois. Sin Diego Costa, el belga acaparó el liderazgo y protagonismo en el césped con sus portentosas intervenciones. El 1-1 es un buen resultado para el Atlético, pero no definitivo. Quedan 90 minutos para conocer al semifinalista. Nadie duda del potencial y talento que acumula el Barça, pero también su buena relación con la Diosa Fortuna. Miren el último Clásico. Iba perdiendo 3-2 y en un plumazo vio el cielo abierto con un penalti y una expulsión de un jugador madridista. ¡Como se le ocurra a la Diosa Fortuna aparecer otra vez en el Calderón!… A lo mejor alguien se le enciende la bombilla y recuerda la decisión del Cholo de retirar del campo a David Villa con 0-1 en la ida. Peco de ingenuo. Nadie se acordará. Si el Atlético cae eliminado, flores para Diego, seguro. Por otro lado, se lo merece. Es el culpable del éxito colchonero, pero cuando no está fino, hay que decirlo.
Unos minutos antes, El Cholo debió ser más contundente y tratar de ejercer su autoridad. Tras ser atendido Diego Costa, se produjo un breve, pero intenso diálogo en la banda entre el delantero y el técnico. El primero quería salir de nuevo al campo a toda costa, nunca mejor dicho. El segundo, no estaba por la labor. Lógico. La lesión del delantero podría ir a más en cualquier instante por culpa de un gesto o acción en el juego. Costa se salió con la suya e ingresó de nuevo al césped. Fue algo efímero. Unos segundos después se dio cuenta de que no podía seguir. Esa imagen debió haberse evitado si Diego si el entrenador, hubiese ejercido su autoridad. ¿Se imaginan si Mourinho se hubiese visto en una así? No me creo que la canallesca hubiese ignorado esa situación. Con esa carnaza se habría generado un gran debate para las hienas. Algo que no pasa con El Cholo. Tiene bula mediática.
«Me transportó a la forma de jugar de Mourinho. Al portugués se le sacudía por su excesivo conservadurismo y su negativa a jugar la pelota. Eso mismo hizo El Cholo tras el 0-1. La única diferencia es que a él no se le crítica».
Bendita ignorancia… a mí se me ocurren muchas, muchas, muchas más diferencias… como la de que su admirado portugués tenía la plantilla más cara del fútbol español, concebida a base de talonario para ganar títulos… títulos que quizás hubiese logrado (y no me venga con que sí ganó una liga y una copa porque usted y yo sabemos que no se le trajo para eso) si en vez de jugar a la contra, como juega ahora el atlético, se hubiese dedicado a jugar al fútbol mejor que sus rivales, pues para eso tenía la plantilla que tenía. Otro día le cuento otras diferencias del tipo de ‘tu dedo nos guiará el camino’…