Uff! Que mal huele lo de la todavía consejera Lucía Figar

Lucía Figar

La todavía consejera de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, ha anunciado a varios medios afines (ABC, EFE) que dejará la política activa, o de primer plano como se suele decir en estos casos, aunque no causará baja como militante del PP.

Muchos periodistas que la conocemos estábamos extrañados que en los últimos tiempos no hubiera aparecido más en actos de inauguración o visitas (lo que les gusta a estos del PP hacer estas cosas) con vistas a las próximas elecciones autonómicas y municipales. “Mira que está calladita y no se le ve”, se comentaba en los mentideros periodísticos de Madrid, incluso se llegó a barajar la posibilidad de que fuera cabeza de cartel en alguna población importante de Madrid, pero no, quiere desaparecer.

La que fuera “niña protegida” de Aznar (así se le denominaba en sus primeros pasos en la política,) porque fue asesora del Gabinete de la Presidencia del Gobierno (1998-1999), jefa de gabinete del secretario de Estado de Organización Territorial (2000-2003) y secretaria general de Asuntos Sociales (2003-2004), dio el paso a la política madrileña de la mano de Esperanza Aguirre cuando se creó la Consejería de Inmigración, cargo que ocupó entre 2005 y 2007.

Durante este periodo ya empezaron a correr rumores de trato de favor a determinados grupos o personas afines tanto a la ideología del partido como a su fe cristiana, adjudicando gestiones públicas, como los Centros de Participación de Inmigrantes (CEPI) o cuantiosas subvenciones en concursos públicos ad hoc.

Esa sospecha por el momento no se ha podido demostrar todavía, porque la desastrosa oposición que ha ejercido tanto PSM, como IU o UPyD en Madrid han dejado durante más de 12 años vía libre al PP.

Lo cierto es que el que fuera su viceconsejero de Inmigración (primer presidente de la Nuevas Generaciones del PP allá por los 90) Carlos Clemente (ahora en Colombia dirigiendo una fundación) está imputado en el caso Gürtel (aunque sólo por 18.000 euros sospechosos) y. Además, cuando desapareció la Consejería de Inmigración por “culpa de la crisis”, según Aguirre, hubo muchas supuestas asociaciones de inmigrantes que también dejaron de funcionar.

Pero lo realmente grave, y que huele muy mal, ha sido su paso por la Consejería de Educación. Primero por la impresentable postura política, aunque tuviera todo el derecho legalmente, de solicitar y disfrutar de becas de guardería para sus hijos (quién se cree que entraba dentro de los baremos económicos…), algo que tuvo que rectificar por la presión de los medios de comunicación.

Segundo, por el desastre en la enseñanza pública, con el abandono del profesorado interino, la falta de medios para los colegios e institutos y la implantación (horrorosa a juicio de muchos) del bilingüismo, donde se crean “analfabetos en inglés”. Lo que ha provocado numerosas manifestaciones de padres, profesorado y alumnos.

Y tercero, y lo más grave, la proliferación de colegios y centros privados a los que se les ha integrado en los conciertos públicos, en detrimento de los públicos. Pero lo que realmente llama la atención es que la mayoría de estos colegios sean de orientación religiosa radical, del Opus Dei, Legionarios de Cristo o Kikos que incluso separan a los alumnos por sexos. Veremos si alguien se atreve a tirar de la manta de verdad y algún día sabemos cómo se han producido esos concursos públicos.

Los padres y madres madrileños están hartos de escuchar que hay libertad de elección para que elijan dónde quieren estudiar sus hijos, pero eso es una verdad a medias, la mayor de las mentiras, porque en muchas poblaciones de la Comunidad el único centro de referencia cercano que existe es uno concertado y, al final, con “donativos voluntarios” y demás los colegios concertados cuestan un pico a las familias.

En definitiva, parece que los máximos responsables del PP madrileño están dando un paso a atrás (como Javier Fernández-Lasquetty, ahora vicerrector en Guatemala) para ver si con suerte se calman las aguas y no son imputados en otros casos.

Eso sí, Esperanza Aguirre, que nombró todos estos cargos y demás, no sabía nada de nada….