Carlos Payá, hermano del fallecido disidente cubano.
El caso del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá sigue de plena actualidad en Madrid. Si ya el año pasado el Ayuntamiento decidió que tendría una calle con su nombre con los votos a favor de UPyD –de quien partió la propuesta– y PP, y el no de PSOE e IU, ahora la familia le homenajeará el 22 en Madrid y Miami y aprovechará para seguir insistiendo en que se emprenda una investigación internacional que logre aclarar las causas de su muerte.
Según ha dicho Carlos Payá en declaraciones a Onda Cero estos homenajes, en San Fermín de los Navarros en Madrid y en la Ermita de la Caridad en Miami, estarán protagonizados por «el recuerdo no de la muerte de Oswaldo, sino de su vida».
Carlos Payá ha afirmado que sigue convencido de que el accidente que provocó la muerte de su hermano fue premeditado pues todos los testimonios que han podido recabar «indican que el accidente fue provocado».
En este sentido, ha asegurado que «las propias fotografías que exhibe el régimen en la televisión cubana son contradictorias» ya que «hay fotos del coche en la carretera, al lado de Oswaldo, y en unas tiene parachoques y en otras no; esto demuestra que fue un montaje».
Otro argumento que ha defendido es el mensaje de texto que envió el conductor del vehículo, Ángel Carromero, asesor del Ayuntamiento de Madrid y dirigente de Nuevas Generaciones, nada más haber tenido el accidente, en el que dice que un vehículo les «golpeó por detrás» y les «sacó de la carretera».
Hay que recordar que Ángel Carromero fue detenido detenido en Cuba tras el accidente y fallecimiento de Oswaldo Payá y Harold Cepero. Desde entonces su nombre se ha visto envuelto siempre en polémica. Primero por su condena (siete años de cárcel por homicidio imprudente), después por su traslado a España (donde cumple condena en régimen de tercer grado y porque el Gobierno le ha denegado el indulto). También cuando se supo que conducía sin puntos. Por supuesto, por el gran apoyo que siempre le ha brindado Esperanza Aguirre que le iba hasta a visitar a la cárcel. Y, no hay que olvidar, que ha terminado como asesor del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Madrid cobrando 50.474 euros brutos anuales.
