“Quien a un buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, reza uno de los refranes más populares nuestros. En Madrid está resultado un peligro la búsqueda de un árbol para protegerse de los rayos del sol. En mes y medio ya se llevan registrados 15 desprendimientos de ramas. La alarma social o psicosis se ha encendido entre los viandantes, que a buen seguro aceleraran sus pasos cuando pasen por debajo de varios árboles o extremen las precauciones mirando hacia arriba cuando pasen por debajo de ellos o se piense detenidamente sentarse en una terraza o tumbarse bajo ellos.
El último desprendimiento sucedió en pleno centro de la capital. En la calle Montera. Hubo cinco heridos leves, un niño uno de ellos. La cosa pudo ser más grave, pues la rama desprendida la amortiguó la sombrilla de la terraza donde estaban sentadas estas personas. Desde el pasado 20 de julio no se producía ningún herido como consecuencia de la caída de la rama de un árbol. En concreto de un cedro. En aquella ocasión fue una niña de siete años que resultó herida en la cabeza cuando estaba sentada en un banco a la altura del número 63 de la calle Menéndez Pelayo,
Desgraciadamente hubo un caso luctuoso. Ocurrió el pasado 21 de junio cuando la caída de una rama de una acacia que pesaba 400 kilos, en el parque del Retiro produjo la muerte de un hombre de 38 años mientras jugaba con sus dos hijos.
Por otro lado, hay un buen número de desprendimientos que solo han causado daños materiales. El 24 de junio un árbol cayó sobre la boca de metro de Congosto (Villa de Vallecas). El 2 de julio una rama de un árbol en la calla Ronda Sur de Entrevías abolló un vehículo estacionado. Al día siguiente, en el Paseo de Recoletos, la rama de un pino dobló una señal de tráfico que trajo como consecuencia que se tuviera que cortar un carril sentido Cibeles. Ese mismo día, un olmo de unos 15 metros cayó sobre un autobús de la línea 102 de la EMT en la Ronda Sur (barrio de Entrevías de Vallecas), que tras golpear el vehículo rompió uno de los cristales de una marquesina. O el 9 de julio, una rama de siete metros cayó junto a Tribunal Supremo. El 22 de julio un vehículo fue alcanzado por una rama en la calle Ayala. En agosto, el día 1, la rama de un árbol produjo desperfectos en cuatro vehículos estacionados en la calle La del Manojo de Rosas (distrito de Villaverde).El 4 se produjo la caída de otra rama de grandes dimensiones en la calle General Álvarez de Castro que cayó sobre un vehículo estacionado.
Los hongos, la oquedad, la vejez, el calor, la falta de poda o el recorte de jardineros (105 menos en el último año) son las causas que se esgrimen a esta desprendimiento masivo de las ramas de los árboles en la capital. El Ayuntamiento encargó a jun grupo de expertos la identificación de árboles en mal estado en el Parque del Retiro, pero su resultado no se conocerá hasta septiembre. Hasta entonces, ya saben. Miren bien hacia arriba cuando pasen por debajo de un árbol.