El jefe del Ejército Tailandés, Prayut Chan-O-Cha, ha anunciado por televisión que «para que el país vuelva a la normalidad, las fuerzas armadas deben tomar el poder a partir del 22 de mayo«. Ya se ha ordenado el arresto de toda la oposición y de los manifestantes
El jefe militar apareció acompañado por los jefes de todas las fuerzas armadas, en una evidente muestra de unidad ante la inestabilidad política del país.
El pasado martes, el Ejército había impuesto la ley marcial en el reino, marcado por varios meses de crisis política y manifestaciones antigubernamentales que provocaron 28 muertos y varios heridos.
«Declarar la ley marcial no constituye un golpe de Estado, sino que tiene por objetivo restaurar la paz y el orden público», afirmó entonces el ejército en el comunicado, pero al parecer, han visto las cosas de otra forma y han decidido tomar el poder.
Tailandia ha sufrido 19 golpes de Estado desde que en 1932 se destituyera la monarquía absolutista, y no levantaba cabeza desde que en 2006 otro golpe de Estado que derrocara al ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Estados Unidos, tradicional aliado de Tailandia, ya advirtió el lunes por medio de la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, que “no queremos asistir de ninguna manera a un golpe de Estado o a una ola de violencia” en Tailandia. Sin embargo, ya empiezan a correr rumores de que han sido precisamente los Servicios Secretos norteamericanos los que han ayudado a general golpista a hacerse con el poder para estabilizar una zona que cada vez tiene mayor influencia china.