“La ley es igual para todos”, la mayor hipocresía de la corona

Hace tan sólo tres años, en plena explosión del caso Urdangarín, Juan Carlos I afirmaba con rotundidad en su discurso de Navidad que «la ley es igual para todos» respecto a aquéllos que no actúen con la ejemplaridad debida.

¿Dónde han quedado aquellas palabras? ¿Es que nuca nos vamos a creer lo que nos dicen? Pues parece que no, y a los hechos nos remitimos, porque poco después de que Juan Carlos I cediera los trastos a su hijo Felipe VI, el Congreso de los Diputados, aprovechando los recovecos legales han aprobado una enmienda a una ley orgánica para aforar al Rey.

Esta misma mañana el Partido Popular se ha quedado sólo en la Comisión de Justicia del Congreso al aprobar el aforamiento de don Juan Carlos y de parte de la Familia Real durante una votación en la que el PSOE y CiU se han abstenido y el resto de grupos han dicho ‘no’ a lo que han considerado un «blindaje».

El PP ha introducido vía enmienda la protección jurídica de los Reyes salientes, Juan Carlos y Sofía, de la Reina Letizia y de la Princesa de Asturias doña Leonor y su futuro cónyuge en una ley sobre funcionarios judiciales, que regula sus días de asuntos propios, pruebas selectivas y jubilación.

Se trata de una reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial, complementaria a la Ley de racionalización del sector público y otras medidas de reforma administrativa, que tramitaba desde hace tiempo la Cámara Baja y es la norma que regula los aforamientos en España.

El Pleno del Congreso de los Diputados aprobará previsiblemente dicha ley este mismo jueves, para su remisión al Senado, que daría luz verde en pocos días para su inmediata remisión al Boletín Oficial del Estado. Se cumpliría así el pronóstico que hizo ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Gdansk (Polonia), donde dijo que esperaba que el aforamiento estuviera resuelto en «quince días».

En concreto, las enmiendas registradas por el PP establecen que pasarán a considerarse aforados los Reyes que abdican (ahora don Juan Carlos), sus consortes (doña Sofía), los consortes del Rey (la Reina Letizia) y los Príncipes de Asturias (de momento Doña Leonor y su futuro cónyuge).

Además, a través de una segunda enmienda se incluirá una disposición transitoria para que, en el caso de que algún tribunal esté tramitando alguna causa contra los nuevos aforados ‘reales’ cuando la ley entre en vigor, éstas sean suspendidas y remitidas al Tribunal Supremo.

Al mismo tiempo, el PP ha rechazado una enmienda de UPyD para suprimir de golpe todos los aforamientos, salvo los recogidos en la Constitución (Gobierno y parlamentarios), propuesta que contó con el apoyo de la Izquierda Plural y la abstención del PSOE y nacionalistas.

El portavoz ‘popular’ ha argumentado que ahora no es el momento de discutir el número de aforados, sino que será cuando llegue en octubre a la Cámara el proyecto de ley del Gobierno sobre la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial.

Al final vamos a tener que tirar del rico refranero castellano y admitir que “se cree el ladrón que todos son de su misma condición”, si no no se entiende esta rapidez en aforar a la familia  real y sumarse a los más de 10.000 cargos políticos, judiciales y de la Administración que hay aforados en España. Sí, 10.000 personas que están por encima de los ciudadanos de a pie.

Hay dos asuntos en la Democracia española que todavía no se han resuelto, y que no tememos mucho que no se quieren resolver, como es el del escandaloso número de aforados –en el resto de Europa o Estados Unidos esta figura no existe, o como muchos sólo es el presidente de la república- y la concesión arbitraria por parte del Gobierno de indultos, normalmente a banqueros, policías que se han extralimitado en sus funciones o simple amiguetes de hijos de ministros.

Por desgracia George Orwell tenía razón: “Todos somos iguales, pero algunos más iguales que otros”.

About José Luis García

Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.

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