Konoplyanka se resbala en su presentación con el Sevilla
Yevhen Konoplyanka pasará a la posteridad por lo acontecido en su presentación con el Sevilla. El ucraniano protagonizó una caída inesperada mientras posaba para los fotógrafos y cámaras en el Sánchez Pizjuán que captaron su piscinazo para la posteridad.
Konoplyanka que quiso buscar una coartada a su caída, al comentar con posteridad que estaba preparada, no ha sido el único futbolista que ha hecho el ridículo en su presentación. A la memoria nos viene la del ‘Pato’ Sosa con el Atlético y que Francisco J. Molina relata en la página 129 de su libro ‘La caldera de los sueños’ (Prime Books, 2014). La historia de lo sucedido aquel 16 de agosto de 2004 lo tituló: ‘El Pato’ calza tres números de más en su presentación.
“Vengo al Atlético para dejarme todo dentro del campo”, fue la declaración de intenciones del ‘Pato’ Sosa antes de su presentación. Minutos después lo corroboró. El uruguayo comenzó con mal pie su andadura de colchonero. Vestido de corto, número siete a la espalda y publicidad de ‘Spiderman’ en el pecho. Varias cámaras fotográficas y de televisión le hicieron un exhaustivo seguimiento en su presentación. Luego lo plasmarían para la posteridad. Tras dos toques con la cabeza, ‘El Pato’ trató de volver a levantar el esférico con la pierna derecha, pero no calculó bien y cayó al césped de manera aparatosa. Una imagen surrealista, cómica, impropia de un futbolista profesional.
El uruguayo tuvo que soportar las bromas y comentarios sarcásticos por su caída. Hubo algunos que dudaron de las dotes técnicas del mediocentro que debía llevar el peso del juego de los de César Ferrando. Sosa tuvo una coartada que le pudo servir de excusa para limpiar su imagen, pero nunca la hizo pública. No se sabe los motivos, pero esa mañana en el Vicente Calderón, el nuevo futbolista rojiblanco salió mermado. No estaba lesionado. Hubo un problema de logística que le repercutió negativamente en sus pies. ‘El Pato’ calzaba un 40 y para su presentación le dieron unas botas del número 43. Puede que esa diferencia influyera en el fallido control que trató de hacer tras cabecear el balón y que provocó que su cuerpo entrase en contacto con el césped del Calderón en una imagen impactante y que dio la vuelta al mundo.
