Venezuela, uno de los países que más inmigrantes había recibido en los últimos años cada vez va peor. Tras la Muerte de Hugo Chávez, la subida al poder de Nicolás Maduro y las revueltas sociales que se han producido en el país por la escasez de productos básicos y la falta de empleo, miles de ecuatorianos, colombianos y peruanos huyen de ese país asfixiado por la crisis económica, ya sea por aire o por tierra, por los altos costos de los billetes de avión.
Se estima que unos dos millones de colombianos residen en Venezuela, llamados como venecos, y que llegaron principalmente por razones económicas y huyendo de las guerrillas y los paramilitares. El consulado colombiano en Caracas carece de una cifra oficial de ciudadanos de su país residentes en Venezuela porque van y vienen libremente de un país a otro sin notificar, explicó personal de la legación. Abundan colombianos taxistas, meseros, albañiles y, sobre todo las mujeres, empleadas domésticas. Muchos evocan la idea del retorno, pero no todos dan el paso por falta de recursos y de sostén en sus lugares de origen.
Además del deterioro de la situación económica, con una inflación superior a 60% y aguda escasez de alimentos y productos básicos, Venezuela es golpeada por la delincuencia común que la convierte, según la ONU, en el segundo país más violento de la región con 53 homicidios por 100 mil habitantes.
Aunque lejos en número en comparación con los colombianos, los empleados ecuatorianos en Venezuela también se dedican en su mayoría al sector servicios. La embajada de Ecuador los estima en unos 150.000, la mayoría de extracción humilde.
Los peruanos, comunidad que llegó a ser estimada en 200.000 pero que ahora ronda los 90.000, según cifras oficiales, han abierto pequeños comercios y han enriquecido la oferta culinaria. Otro aliciente es que Perú aprobó la ley del retorno, que da estímulos fiscales y apoyo en educación y vivienda para quienes regresan tras vivir al menos dos años en el exterior.
Ante las complicaciones para conseguir boletos aéreos, el regreso por tierra es una opción y la línea de autobuses peruana Ormeño tiene una ruta a Lima, que toma cinco días, pasando por Colombia y Ecuador.
En febrero pasado, Venezuela suspendió los envíos de remesas de hasta $300 mensuales que se hacían a la tasa de cambio oficial de 6,30 bolívares por dólar, contra un mercado negro que ronda los 70, una situación que propició abusos y corrupción.