Mónica de Oriol se «alinea» con los empresarios

Que dice Mónica de Oriol que no la hemos entendido. Que se han sacado de contexto sus palabras, y que sólo pretendía provocar el debate. Pues debe ser que se explica fatal. O que lo que pretende hacernos entender sigue sin ser medianamente aceptable.

Lo que venía a decir la presidenta del Círculo de Empresarios en su intervención es que la ley “blinda” tanto a las mujeres trabajadoras y madres que los empresarios prefieren no contratarlas. Que habría que replantearse esas normas. Que por qué va un empresario a mantener en su puesto y promocionar a una mujer que no se “alinea” con los intereses de la empresa y rechaza salir a las nueve de la noche de trabajar, o viajar. Que por eso prefieren contratar mujeres que no estén en edad fértil.

Pues me da lo mismo que la frase estuviera en contexto o fuera de él, casi que peor. Porque entiendo que lo que propone es desregular los derechos de las mujeres trabajadoras, y volver al statu quo anterior. Vamos, que si te quedabas embarazada te despedían al día siguiente. Y nada de pedir baja maternal o reducción de jornada, qué descalabro para el empresario… La mujer, mejor en casa con la pata quebrada, cambiando pañales y preparándole ricas viandas al esposo proveedor de recursos.

Para empezar, me temo que eso que Mónica Oriol llama “blindaje” no es tal. Hoy y siempre, se puede despedir a una empleada, sea madre o no. Tienes sólo nueve meses de gracia después de tu baja maternal. Y puede que declaren nulo tu despido, y en lugar de 22 días por año te indemnicen con 33, pero la diferencia con despedir a un señor bigotudo no es tanta como para impedirlo. Desde luego, la reforma ya eliminó la posibilidad de sumar las horas de lactancia a la baja maternal.  Blindaje es, señora mía, el de los altos cargos de empresas públicas y privadas, que se llevan indemnizaciones millonarias incluso si su labor ha consistido en hundir, por ejemplo, un periódico, un banco o caja de ahorros. Contra ellos no la he oído clamar.

Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios

Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios.

Para continuar, me indigna que la señora Oriol diga que para que una madre siga “alineada” con los intereses de la empresa tiene que tener un marido funcionario o que le gusten mucho los niños. Se le olvida aclarar a qué grupo pertenece el suyo, teniendo en cuenta que tiene seis hijos y es empresaria. También se le olvida aclarar otro punto fundamental: si la familia en cuestión tiene una economía saneada, el problema se soluciona fácilmente contratando una niñera interna que se haga cargo de tus hijos. Que siendo quien es Mónica de Oriol, me apuesto el cuello a que ha sido su caso. Leo en una biografía suya que, como no podía conciliar su vida laboral y familiar siendo joven, pidió 600.000 euros a su familia y se compró una empresita, Seguriber, para facilitar las cosas. Que no le quito yo el mérito en absoluto ni dudo de su valía y esfuerzo, pero así yo también tengo una docena de criaturas.

Porque una trabajadora que gane mil euros al mes –antes ser mileurista era una desgracia, hoy, una suerte- y tenga una pareja que aporte 1.300 –porque esa es otra, en este país los hombres ganan un 26% más de media que las mujeres por empleos similares- tendría que dejarse tres cuartas partes como poco de su salario en pagar, por ejemplo, una interna que se haga cargo de sus criaturas mientras  se “alinea” con los intereses empresariales y sale de trabajar a las nueve de la noche. Me estoy acordando de una amiga que me contaba que en Caja Madrid, antes de convertirse en un agujero negro, negrísimo, se suponía que aplicaban políticas de conciliación de la vida laboral y familiar. Lo que quería decir que a las seis de la tarde apagaban las luces de la oficina para que te fueras a tu casa pero…  a las seis y cinco las volvían a encender. Al menos tenía un salario acorde a su valía y “alineamiento” empresarial.

Lo que quieren muchos –no voy a decir todos porque alguno se salvará, pero honestamente, no he tenido la suerte de conocerlo- empresarios es seguir teniendo trabajadores a los que, por 600 euros, puedas hacer trabajar 40 horas semanales, fines de semana y fiestas de guardar si es menester, y que den su vida por el negocio. Y 600 para Mónica de Oriol ya es mucho, que propuso hace no mucho bajar el Salario Mínimo a los trabajadores no cualificados “que no valen para nada”. Más o menos, cifró, un millón de jóvenes sin estudios. Y si les pueden pagar en B, pues mejor, que las cotizaciones a la Seguridad Social siguen siendo altísimas, y si se les puede despedir sin indemnizar, ya sería lo ideal.

Yo siempre me he preguntado por qué estigmatizamos a las madres trabajadoras porque tengan la mala costumbre de querer cuidar de sus hijos, relevo generacional se llaman en términos sociológicos, pero cuando juega la Selección, se celebra el enésimo partido del siglo, el derby, el Roland Garros y una larga lista de eventos deportivos, nadie se sorprende de que haya una desbandada de trabajadores con corbata de las oficinas, o que si te acercas a su puesto de trabajo, descubras que están viéndolo en el ordenador, o directamente reunidos todos en el despacho del jefe, que tiene tele, jaleando a su equipo. Además, si se “alinean” correctamente con los intereses de la empresa, les obsequian con entradas al palco VIP del Bernabéu.

About Maria Tello

Periodista con más de 20 años de experiencia en información política y local de Madrid. Apasionada de la lectura y la historia.

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