Mejor un título de Liga que ocho galardones individuales por F.J. Molina

Cholo.

Diego Pablo Simeone

La ‘people’ rojiblanca echa humo. Está indignada. Anda en plan de guerra. Le han herido en su orgullo. El campeón de Liga solo pescó un trofeo en la Gala de la LFP. Hubo otro que sonó a calderilla: el de mención por su título en el torneo de la regularidad. El otro estaba cantado. Simeone fue elegido como mejor técnico de la pasada Liga. Así salió del cómputo de las votaciones de los tres capitanes de cada club. Se esperaba alguno más. Luego, el Real Madrid copó el mayor número de galardones, subida al escenario, flashes y fotos con los susodichos premios.

Trofeos, reconocimientos que valen más para engordar el ego de los premiados que otra cosa. Lo que cuenta, vale y se recuerda son los títulos colectivos. Esos siempre quedan en la mente de todos. No se olvidan. Dentro de una década se seguirá dando importancia a la Liga ganada por la tropa del Cholo entre 2013 y 2014. Muy pocos se acordarán de quién ganó el trofeo al mejor gol de esa Liga o al del mejor jugador, delantero, portero, defensa, medio… Trofeos de relleno. Trofeos insustanciales. Trofeos de ‘chau, chau’, como diría Jesús Gil. Mucha repercusión los días posteriores. Sonrisas ‘profidén’ de los galardonados, más líneas en el apartado de premios en sus currículos, pero luego pasan de puntillas.

Y a saber dónde acaban yendo esos trofeos. Por lo menos, el de la Liga, tiene un lugar donde se puede ir a verlo. Atléticos, fuera berrinches y sofocones. Hay que mirar la vida desde otro prisma. Repito, ¿Dónde está el trofeo de la Liga? No me imagino a los portadores de los galardones al menor gol, delantero, jugador, defensa o medio defensivo y demás premiados abriendo el salón de su casa para enseñarlo  a vecinos, hinchas, curiosos y todo bicho viviente. Esto último lo digo con cariño.

Nadie duda del temporadón realizado el pasado curso por Courtois, Miranda, Godín, Gabi, Koke o Diego Costa. Los seis hicieron méritos suficientes para ser los portadores de los trofeos de la LFP, pero tampoco hay que hacer un mundo de ello. Contra gustos, los colores. Algo pasa igual con el Balón de Oro. Un trofeo que siempre desata controversia. Es lo que tienen los premios individuales. No siempre se los llevan los que realmente se lo merecen. No hay que mear fuera del tiesto. Es absurdo quejarse. Hay que buscar la practicidad. Mirar el palmarés. Verlo, recrearse, enseñarlo, hacer fotocopias y hasta enmarcarlo. Es para sacar pecho. Más absurdo es presumir que uno o varios jugadores de un equipo se han llevado una serie de trofeos individuales.

Seguro que merengues y culés hubieran firmado conquistar la Liga pasada por los ocho trofeos que se llevaron sus jugadores (cinco para los del Madrid y tres para los del Barça), pues hay quien barre para los del Bernabéu y le dan uno más, pero que se sepa, Keylor Navas era del Levante la pasada campaña. Courtois, Miranda, Godín, Gabi, Koke, Diego Costa. Grandes peloteros, pero sin glamour. Eso pasa en muchas facetas de la vida. Casi siempre reluce más la fachada que el interior.

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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