El TAS mantiene el castigo a Luis Suárez, pero le permite entrenarse y le abre la puerta al Clásico

Luis Suárez Chiellinijpg

Luis Suárez se duele de la boca y Chiellini aparece tumbado en primer plano

El TAS dictó sentencia. Salomónica. Aunque suene extraño, positiva para el Barça. Los dos jueces suizos y el otro italiano no tuvieron piedad y mantuvieron la sanción de nueve partidos (ya son ocho) sin jugar con Uruguay y de cuatro de meses sin poder hacerlo con su club por el mordisco que le dio a Chiellini en el pasado Mundial. Este fallo perjudica ostensiblemente los intereses del Barcelona tras su millonario desembolso al Liverpool para contratar al uruguayo (80 millones), pero por lo menos le abre la puerta para que su reaparición sea frente al Real Madrid, ya que confirmó que su sanción acabará el 24 de octubre, por lo que podrá actuar ante el cuadro merengue en el primer Clásico de la temporada, previsto para el 26 ó 26 de octubre. Se había comeentado que el castigo finalizaba el 25 por lo que abrió un sinfín de especulaciones acerca de la fecha del partido. Dependiendo de uno u otro día estaba supeditada la reaparición del charrúa. El morbo acabó con lo dicho por el TAS.

Era lo previsible que no se modificara la sanción a Luis Suárez. Por mucho que a algunos les pueda parecer de exagerada, a buen seguro a los barcelonistas por defender ahora sus colores, era lo más justo. No se puede permitir que un futbolista vaya dando mordiscos a su antojo, con alevosía y repetición. Chiellini fue su última víctima. Algunos han querido jugar al despiste y confundir al recordar acciones duras que se quedaron sin sancionar como el cabezazo de Zidane a Materazzi o  el codazo de Tasotto a Luis Enrique. Al uruguayo se le castigó por su reincidencia, por su historial. Por si violencia. Ahora es él que debe tomar nota.

Pero el TAS hizo justicia al quitarle la sanción de no poder entrenarse con sus compañeros. Eso que si era exagerado. Privarle de no poder ir a su lugar de trabajo  era quitarle un derecho. Lo que hizo Luis Suárez fue en un momento puntual durante un partido. Normal que con su conducta se le intentase concienciarle y reconducirle con el castigo que la FIFA le impuso en cuanto a tiemo sin jugar, pero lo otro sobró. Fue una manera de marcarle como un proscrito del fútbol. Eso era intolerable. No permitiéndole  entrenarse con su equipo era de una manera implícita no dejarle sentirse futbolista. Ahora podrá disputar amistosos así que al Barça no le queda otra que montar varias pachangas para que el delantero vaya adquiriendo el ritmo de entrenamientos. Seguro que tendrá minutos en el Gamper ante el León mexicano (18 de agosto) y que servirá para su presentación ante la masa azulgrana.

 

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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