Wert sigue haciendo oídos sordos a un pacto por las becas universitarias

El sistema educativo español está convulso desde que se reinstauró la Democracia. No hay vez que llegue un nuevo Gobierno al poder que no se plantee una reforma educativa desde la Primaria hasta la Universidad.

Antiguamente, en los tiempos de Franco, la cosa estaba clara, los colegios estaban en manos de la Iglesia Católica y los estudios superiores y universidad estaban sólo al alcance de los que podían costearla. Este sistema cambió con Felipe González, y se implantó un sistema de becas para que nadie dejara de ir a la universidad por motivos económicos. Muchos fuimos los que nos beneficiamos de esas becas, de muchas cuantías, desde sólo pagar las matriculas a verdaderas ayudas para la vivienda, desplazamiento y sustento del estudiante. Cierto es que a Gobierno socialista de entonces le convenía alargar el periodo de estudio de muchos jóvenes, ya que de esta forma no computaban en las listas del paro, pero también es cierto que de esta forma muchos hijos de padres sin recursos económicos pudieron alcanzar una licenciatura o una diplomatura y que el nivel medio de conocimiento de los españoles se elevó. Ya nadie en Europa nos miraba por encima del hombro, ya no tenías que ser un hijo de papá o un genio para ser médico, abogado, periodista o ingeniero.

Wert

Los recursos del Estado se pusieron en beneficio del bien social, de los estudiantes que, querámoslo o no, serán los dirigentes del mañana. Pues desde que ha llegado José Ignacio Wert al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, lo único que le ha importado es el dinero, no el bien social. No hay asunto en el que haya puesto su mirada en que no haya salido escaldado, con todos los protagonistas en contra, salvo sus correligionarios de partido. Que no hay dinero para mantener las becas, pues nos las cargamos, no lo decimos así, pero lo hacemos de forma sibilina. Que no hay igualdad de oportunidad para todos los estudiantes, pues que se busquen la vida o que no estudien, que son todos unos vagos y a mí lo único que me interesan son los genios.

No señor Wert, no, el mundo no funciona así. Si no hay dinero para Educación en un país como España donde se despilfarra en otras cosas –ayudas de la banca aparte- es que no queremos servir a la sociedad, queremos servir a unos interese determinados. Pero si ha logrado unir a los estudiantes universitarios con los rectores –antaño enemigos íntimos- en una causa común como señala Luis Cereijo, presidente de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas Españolas (CREUP), que ha pedido a Educación una mesa de diálogo para «replantear» el sistema de becas: «Ha conseguido unir a sectores que históricamente no habíamos estado unidos, nos ha unido a rectores y estudiantes en una misma postura en contra de las becas, es algo de reconocer, nosotros en nuestras universidades con los rectores, pues bueno, son nuestros rectores y tenemos nuestros rifirrafes pero ha conseguido que estemos juntos en lo mismo, ha unido a la comunidad universitaria», ha indicado.Luis Cerijo

Muchas son las cosas que separan al ministro de los estudiantes, desde la nota mínima del 5 al menosprecio con el que se sienten tratados, pero hay un punto fundamental del que hay que partir, como señala Cereijo:  «Hasta ahora la beca era un derecho, tenías una serie de criterios que si tú los cumplías tenías una beca, y si la partida no daba se sacaba del presupuesto del año siguiente. Ya no, ahora el dinero que hay para los estudiantes para poder garantizar la igualdad va en función de lo que el Ministerio de Hacienda o el de Educación decida destinar a esa partida».

Por su parte, el miembro de la Comisión Permanente del Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (CEUNE) y vicepresidente de la CREUP, Juan Antonio Montero, ha denunciado la postura del Ministerio al «ningunear y menospreciar a todos los estudiantes del Estado«.

Concretamente, ha puesto de manifiesto que el Ministerio no está convocando al órgano colegiado en el que están representados todos los estudiantes, el CEUNE, -el Estatuto del Estudiante establece que debe ser convocado al menos tres veces al año y en dos años y medio han sido convocados tres veces– ni al observatorio de becas al que no ha convocado «ni una sola vez».

«El ministerio exige respeto a unas leyes al mismo tiempo que incumple la propia legislativa que tiene aprobada», ha puntualizado para insistir en la «actitud de menosprecio» que, a su juicio, están demostrando el ministro de Educación, José Ignacio Wert y la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.

Según ha apuntado Cereijo, el sistema de becas ha causado que los estudiantes con mejores notas hayan visto reducida su beca en hasta «2.000 euros» con respecto al año anterior y que «muchos» estudiantes, por no recibir la ayuda a tiempo, se hayan visto obligados a abandonar el sistema o que por la crisis no puedan afrontar los criterios de rendimiento que exige el Ministerio.

La CREUP también valora como «perverso» que se exija un porcentaje de aprobados del 65% de los créditos cuando por los planes de estudio en España, ese porcentaje es «prácticamente imposible de conseguir» ya que la mayoría de asignaturas son de 6 créditos por lo que, o se alcanza un 70% o menos del 65% establecido.

Además, crítica que se penalice «doblemente» a quienes no han aprobado el mínimo pues no solo tienen que devolver el dinero de la beca ese año sino que al curso siguiente no pueden optar a una nueva ayuda.

About José Luis García

Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.

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