Las noticias cada vez más beligerantes sobre Ucrania ya no alarman a casi nadie. La última, la muerte de más de 30 separatistas prorrusos en los enfrentamientos registrados en torno a la localidad de Slaviansk, situada en el este de Ucrania y considerada el principal bastión de los sublevados contra el Gobierno de Kiev, según ha informado este el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov.
La historia se repite y parece que ahora le toca Europa del Este. ¿Se acuerdan de Vietnam o de Afganistán? Pues un nuevo Vietnam o Afganistán lo tenemos a las puertas de casa y la Unión Europea parece no haberse enterado.
Las fuerzas de inteligencia rusa y sus soldados actúan en tierras ucranianas sin ningún pudor, pero no de manera oficial, mientras que los agentes europeos y estadounidenses hacen lo mismo, pero a menor escala, no sea que les vayan a ver. Ya publicaba hace algunos días en este mismo medió que ‘El juego Putin no había hecho más que comenzar’, porque no es a Ucrania a quien quiere atemorizar el Kremlin, sino que es la pieza que quiere sacrificar el exdirector de la KGB para demostrar a Bruselas que los próximos serán ellos.
Mientras, la población ucraniana a sufrir. Desde la Independencia de la URSS, Ucrania no ha sabido lo que es la estabilidad, con mareas naranjas, asesinatos por envenenamiento de presidentes, encarcelamientos de presidentas, revueltas y un empobrecimiento general y progresivo de la población. Por ello no es de extrañar que muchos añoren la etapa del gran gigante rojo, la tutela de Moscú, porque si bien no había libertad, por lo menos tenían trabajo, seguridad y sabían a qué atenerse. ¿No les recuerda a aquello de que con Franco se vivía mejor?
Putin, el gran tiburón blanco, ha olido sangre y con cara de ángel no dejará escapar esta oportunidad, más si desde la otra parte de Europa, la todopoderosa Merkel y sus aliados no responden con rotundidad.
Parece que la UE está esperando la respuesta de la Administración Obama, pues que esperen. El presidente norteamericano no va a romper su imagen de tolerante y pacificador –por eso en Premio Nobel de la Paz- cuando le queda tan poco tiempo en el cargo, y eso Putin lo sabe.
Se está produciendo un nuevo-viejo orden mundial, donde la cuestión económica y estratégica se está delucidando en Europa y eso no traerá buenas consecuencias para el mundo occidental, por lo que tendríamos que prestar más atención a lo que ocurre a unos cuantos kilómetros de nuestras casas.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.