Solo queda Ron. Un caballo de color marrón canela. De tres añitos. Hasta que encuentre un nuevo hogar sigue de momento en la Asociación Winston. Allí se ha quedado solito. Bien cuidado, bien alimentado, querido por sus cuidadores, pero lo suyo es que Ron tenga una segunda oportunidad. Como la han tenido los otros 19 caballos que le han acompañado desde el pasado mes de noviembre en un lugar emblemático en tierras abulenses. En La Cañada donde llegaron tras salvárseles de ser sacrificados en el matadero de El Tiemblo.Fue toda una lección de solidaridad. De amor por los animales. De gente anónima. Con sensibilidad. De buen corazón. Que no dudaron en atender a la movilización de PACMA. A la desesperada. Casi sin tiempo. El destino de los 20 caballos era cruel. Aguardaban su fin en un matadero. Pero hubo un guiño. Un resplandor. A través de una donación contrarreloj, se logró que la manada no fuera exterminada y su carne comercializada. 5.000 euros recaudados en menos de 24 horas. Al partido animalista no le quedó otra que presentarse a la subasta. La ganó. 2.376 euros evitaron la muerte de ocho potros castaños, cuatro caballos alazanes, dos yeguas todas, una negra y cinco yeguas alazanas.
Ahí no quedó la cosa. Rápidamente se puso en funcionamiento la maquinaria. Había un fin, un objetivo, un proyecto: buscar adoptantes a los caballos, los cuales fueron trasladados de El Tiemblo a La Cañada. 37 kilómetros por carretera separan ambas localidades. Una distancia, aparentemente corta, que sirvió para que la manada pasara del infierno al cielo. De la muerte a la vida.
En la Asociación Winston han sido mimados, alimentados y han recibido la atención diaria de los veterinarios. Gracias al dinero donado por ese montón de padrinos. Tres meses después solo queda allí Ron. Los otros 19 ya tienen nueva casa. Una nueva vida. En fincas particulares. En Ávila, Zamora, León, Andalucía…
“Hemos logrado que tengan una segunda oportunidad. Se ha conseguido que encuentren un hogar con personas altruistas y lo mejor de todo es que no van a estar solos, pues todos van a estar acompañados por otro caballo. Son animales que no pueden estar solos. Ahora queda que Ron encuentre a un adoptante. Seguro que lo tendrá pronto”, mantiene Silvia Barquero, presidenta de PACMA.
El partido animalista puso requisitos y condiciones. Siempre velando por los derechos de los caballos. “Se exigió a los adoptantes que no los tuvieran encerrados y que nos los utilizaran en picaderos”, recalca Silvia Barquero. Asimismo, se hizo firmar dos condiciones en un contrato a los nuevos dueños. La primera, prohibir su venta a terceros. Segunda, no enviarlos a un matadero.
Ahora falta que Ron encuentre su hogar. Una familia que le cuide, que le quiera… y ya puestos, una compañera. Esperemos que sea pronto.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.