El ex primer ministro italiano, dueño del AC Milan y magnate de la televisión privada Silvio Berlusconi ha comenzado a pagar esta mañana la pena que le impuso la justicia italiana tras ser condenado el año pasado por fraude fiscal.
Por su edad, 77 años, no puede ingresar en prisión, por lo que se le impuso la pena de 10 meses y medio de trabajos sociales, durante cuatro horas a la semana en un centro con enfermos de Alzheimer. Enorme ha sido la expectación que ha levantado a la llegada del centro geriátrico Sagrada Familia de la localidad de Cesano Boscone, en su tierra de Milán, pero el otrora conocido como Il Cavalieri no ha querido hacer ningún gesto ni declaración a las cámaras y periodistas.
Muchas han sido las restricciones que se les ha impuesto a los trabajadores del centro para que no saquen ninguna fotografía o graven algún vídeo, pero seguro que en las próximas semanas irán apareciendo.
La sociedad italiana en su conjunto ha mostrado su disconformidad por la leve condena que se ha impuesto a Berlusconi, incluso algunos trabajadores del centro han llegado a señalar que su sueño sería verle entre rejas, pero lo más curioso es que muchos piensan que se podría quedar en el geriátrico porque a los que va a cuidar son de su quinta más o menos, pero el ex primer ministro ya ha anunciado que volverá a la carga en cuanto cumpla su condena. Incluso ha dicho que no entiende que a él se le mande a Servicios Sociales a reeducarle, que eso no sirve para nada.
Sólo le quedaba haber señalado: “Por dios, soy Il Cavalieri, soy Berlusconi, saben con quién están tratando”. Esperemos que Martin Scorsese, tan aficionado filmar películas de corruptelas de italianos en Estados Unidos algún día se decida a hacer algo con la vida de este personaje que parece haber salido de las entrañas de las novela más famosa de Mario Puzzo.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.