Otro 'embolao' para Rita Maestre, ahora por el puesto de su padre

Es que no han aprendido nada estos de Podemos o Ahora Madrid. La ciudadanía está harta de que se pongan en puestos altos de la Administración a personas allegadas a los políticos como familiares o amigos. Es cierto que en muchos casos las personas que acceden a estos puestos están muy capacitadas, pero seguro que hay otras que lo están igual o muchos mejor. Si durante dos años nos han bombardeado con lo de la “Casta” y con el tráfico de influencias, no es de recibo que hoy se haya nombrado a Luis Maestre, padre de la portavoz del Gobierno de Madrid, Rita Maestre, nuevo subdirector de Atención al Contribuyente de la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de la capital.
Sí, vuelvo decirlo, seguramente será un señor muy válido, pero es la hija de la polémica portavoz del Ayuntamiento madrileño y como señala el dicho “la mujer del Cesar, además de serlo, deber parecerlo”. ¿Por qué se complican la vida desde el Gobierno municipal con este nombramiento? ¿Son tontos? No preveían las consecuencias que iba a tener, cuando todos los medios de comunicación están a la espera de cualquier desliz para atacarlos o, lo que es peor, ¿creen que la ciudadanía es tonta?
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha defendido que el padre de la portavoz del Gobierno, Rita Maestre, tiene derecho como funcionario a la promoción y ha negado que exista incompatibilidad alguna por la relación de parentesco: “El Ayuntamiento, a través de la Agencia Tributaria, ha elegido al funcionario más capacitado para desarrollar las funciones que le corresponde», ha señalado en una entrevista en Cuatro, pero lo que ha dado pie es precisamente a que la presidenta de la Comunidad de Madrid –que no es santo de mi devoción-, Cristina Cifuentes, haya respondido afirmando que los partidos que han criticado «las actuaciones de la casta, cuando tienen oportunidad, colocan a sus familiares».
Manuela, muchos de los que te votaron empiezan a llevarse las manos a la cabeza, no ya por tu actuación personal, sino por los enanos que tienes a tu alrededor y que empiezan a campar a sus anchas.