Nos llevará un tiempo identificarnos con la Nueva Roja

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Del Bosque da instrucciones a Iturraspe

La Nueva Roja echó andar en Saint Denis. Era lo que tocaba tras Brasil 2014. Estaba escrito. Unos se fueron. Otros llegaron. Renovación. Regeneración. Nada de revolución. Cambio de ciclo. Ley de vida. Partimos de cero. Tenemos por delante un reto. Defender nuestra propuesta de fútbol que enamoró a todo el mundo desde 2008. Demostrar que no estamos muertos. Lo haremos con nuevos valores. Del Bosque ha dado el paso con su apuesta de futuro: Koke, De Gea, Dani Carvajal, Iturraspe, San José, Raúl García, Paco Alcácer son los primeros.

Las comparaciones son odiosas, por lo que no es de recibo acordarse de los que ya no están. Los que figuran ahora son los que son. Las muestras de identidad son las mismas. Seguimos teniendo talento. La Roja tiene nueva cara y nos llevará un tiempo identificarnos con ella. Que nos vuelva a enamorar. Debemos seguir los pasos del cortejo. No desesperar. Nos vamos a llevar algún que otro desengaño. Ante Francia se vio un nuevo retoque. Menos fútbol asociativo y más fútbol directo. Puede que los primeros partidos nos hagan dudar, pero es lo que toca.  Es normal. Estábamos habituados a unos futbolistas. A sus movimientos, automatismos. Ahora, sin ellos, debemos armarnos de paciencia. Y no perder la fe en los

España perdió ante Francia. El resultado es lo de menos. Era un amistoso. No es cuestión de crear alarmismos, pero tenemos una asignatura pendiente. El gol. En Sudáfrica solventamos la papeleta con resultados ajustados. El fin justificó los medios. Ridículo bagaje teniendo en cuenta la alta posesión de balón en cada partido. Una constante en los últimos tiempos. Ante Francia, dos datos inquietantes. Uno, ningún disparo a puerta. Otro, resulta chocante que Diego Costa no se haya estrenado aún con La Roja tras cinco partidos.

Para empezar, sorpresa en la portería. De Gea es el futuro. Del Bosque fue justo y le dio la llave de la portería ante un rival de empaque.  Lo suyo sería que repitiese el lunes ante Macedonia. Pero la sombra de Casillas aún es alargada. En la zaga, otras dos. Dani Carvajal tiene todos los visos para ser el amo y señor del lateral derecho. Partidazo el suyo. Y en el centro, junto a Sergio Ramos, Mikel San José fue el sustituto de Piqué. No desentonó el león.

Sin Iniesta lesionado, Sergio Busquets, Kole y Cesc fue la apuesta de Del Bosque en medular. Todos los ojos se fijaron en Koke, llamado a ser el sucesor de Xavi. Al colchonero se le vio agarrotado. Debe aprender a convivir con su rol en La Roja. Es cuestión de soltarse. Ser el mismo que viste la rojiblanca. Cesc volvió a ser intermitente. El ahora jugador del Chelsea tiene que asumir también galones.

La entrada de David Silva por Raúl García dio otro aire. Una pena que no coincidiera el canario con Diego Costa. Con el jugador del City, La Roja tuvo más dinamismo, más llegada. Del Bosque sigue sin dar con la tecla. Aún no ha logrado que los mediocampistas conecten con Diego Costa. El punta del Chelsea se caracteriza por su movilidad. Por buscarse la vida en cada balón que le llega. De momento con La Roja no ha logrado congeniar. El sobeteo del balón no va con sus características.  A él le va la intensidad. Fútbol de guerrilla. Ante Macedonia debe poner su contador en marcha. Por lo demás, paciencia. Que Koke sea Koke. Y seguir viendo la mejor versión de los Silva, Cesc, Pedro. Los días que el tiempo borró ya nunca volverán… de momento.

 

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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