medipiratas.wordpress.com es un joven pero impresionante blog sobre el mundo y la historia de la piratería en los mares del mundo. Está realizado por Alberto Hoces-garcía, Grado en Historia, al que le damos las gracias por dejarnos compartir sus contenidos en www.tucriterio.com.
Este primer texto está dedicado al pirata por excelencia: Barbarroja.
Sin duda, el nombre de Barbarroja sea probablemente uno de los nombres de piratas más conocidos de la historia, un nombre que nos sonará aunque nunca hayamos prestado especial atención a eso que cuatro locos llaman “historia naval”. Es por ello que ha sido el elegido para comenzar la serie de biografías de piratas del Mediterráneo que trataremos en este blog.
Si eres observador u observadora, te habrás fijado en que al lado del título hay un “I”, lo que no puede más que significar que esta es la primera entrada de varias sobre Barbarroja. El motivo de que dividamos la historia es que sobre Barbarroja existe una extensa información, por lo que una sola entrada sería excesivamente larga si queremos saber quién era Barbarroja en realidad. Por eso, empezamos ahora con el primer Barbarroja. Sí, hubo dos.
Efectivamente, bajo el nombre de “Barbarroja” se conoció tanto a Hızır bin Yakup, el más famoso de ambos; como a Oruç Reis, su hermano y predecesor en el apodo. No es que tuvieran apellidos distintos, “Reis” es el título con el que en el Imperio Otomano se denominaba a una personalidad en el mundo del mar, el equivalente a “almirante”.
Aruj, u Oruç (1473-1518), como también se le conoce, era el segundo de cuatro hermanos nacidos en la isla de Lesbos (que está aquí): el mayor, Ishaq; el propio Aruj; Elías; e Hızır. Su padre, tal como indica el “apellido” con el que nos hemos referido a Hızır, se llamaba Yakup (“bin Yakup” significa “hijo de Yakup”), y era jenízaro. Por su parte, su madre es menos conocida por la historiografía; la teoría más aceptada es la de que era una mujer griega llamada Katalina y nacida en Mitilene, pero hay quien sitúa su origen incluso en la Península Ibérica.
Sea como fuere, Aruj pudo hacerse con una embarcación junto con su hermano Elías gracias a las rentas de su padre. Con ella comenzaron a comerciar por el mar Egeo, pero en una época en que el Mediterráneo se hallaba en constante conflicto, no tardaron en emprender otro tipo de actividades comerciales. Así, su zona de operaciones abarcaba los mares próximos al Imperio Otomano, lo que le permitió ir adiestrándose tanto en el comercio propiamente dicho, como en las más lucrativas actividades piráticas; en detrimento de los cercanos Caballeros de Rodas(cuya isla está aquí).
En una de dichas expediciones fue capturado por los propios Caballeros (tanto va el cántaro a la fuente…), resultando de la escaramuza la muerte de su hermano Elías. Aruj sufrió una mejor suerte, ya que fue llevado a Rodas para ser vendido como esclavo pero su hermano Hızır pudo ayudarle a escapar de ese destino.
Tras ello, Şehzade (“príncipe”) Korkut, gobernador de Teke (la moderna Antalya), le colocó al mando de una flota con la que defender el comercio otomano de los corsarios de Rodas. Su buen hacer al mando de esta flota provocó que se le empezara a conocer como Aruj “Reis”, lo que denotaba la importancia y el poder que había adquirido en el Imperio.
Tras haber aumentado su prestigio y sus capacidades, Aruj se vio en condiciones de ampliar su teatro de operaciones, llevándolo hasta Italia… sobre lo que continuamos en la siguiente entrada: “Barbarroja” (II).
Alberto Hoces-García
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