El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha anunciado que tiene previsto incrementar la oferta de becas de comedor escolar a partir del próximo curso 2014-1015, debido a que han mejorado las «condiciones económicas» de la región.
González ha admitido que, como consecuencia de la crisis económica, «hay familias que lo están pasando peor y personas que no pueden hacer frente a copagos para comedores escolares» y a ellas ha dicho que van dirigidas las becas que se amplían.
No obstante, ha subrayado que en la Comunidad de Madrid no hay problemas de desnutrición infantil y que así lo constatan los pediatras y el personal sanitario que atiende a los niños y niñas en los centros de salud y hospitales.
Sólo faltaba eso. Los padres de cualquier parte del mundo lo primero que miran es por sus hijos y por su alimentación. Se puede suprimir el gasto en cualquier otra actividad o materia pero no en la comida, pero ya es triste que muchos padres no puedan ni tan siquiera comprar una deportivas a sus hijos, que tengan que remendar la ropa hasta que no aguante más o pedirla prestada para poder vestirlos, que no puedan acceder a ninguna actividad extraescolar porque hay que pagarla, que no puedan hacer deporte porque cuesta dinero, que se las tengan que ingeniar para conseguir material escolar y libros de texto, y así una infinidad de cosas del día a día que los políticos no parecen advertir.
¿Pero qué país estamos construyendo?¿Qué presente y qué futuro tenemos? ¿Esta es la Comunidad y el Estado que nos merecemos? Los que tenemos algunos años recordamos las historias de nuestros padres y abuelos en tiempos de escasez tras la Guerra Civil, donde comer pollo era un lujo y el poder estudiar estaba al alcance de los privilegiados. Donde la alpargata o la bota rompepiés era el calzado nacional. Han pasado más de 70 años y parece que no avanzamos.
Todos los políticos se suman al carro del incremento ahora de las becas. ¿Pero quién puede acceder a ellas? La clase media, ya casi inexistente, no. Para poder conseguir una de estas becas hay dos soluciones: estar prácticamente en la indigencia o hacer trampas con la declaración de la renta, algo muy habitual entre los que cobran en negro. Pero casualmente la Consejera de Educación, Lucía Figar, sí pudo tener una beca para sus hijos en una guardería.
A todo esto sumamos los desequilibrios que hay en la región. Cuanto más grande es el municipio en el que se viva, más dificultad se tiene para conseguir alguna ayuda, ya no digamos si residen en la capital.
Los habitantes de Fuenlabrada, Leganés, Alcorcón, Galapagar o Villalba no comprenden las dificultades que sufre un padre que vive en Chamartín o La Latina porque no le llega ningún tipo de ayuda. Eso sí, vamos a contratar nativos ingleses con poco o nula capacidad docente y sustituir al profesorado español para que los muchachos del futuro hablen todos la lengua de Shakespeare pero no sepan ubicar Sevilla en el mapa de España o que Colón descubrió América el 12 de octubre de 1492.
Que no nos vendan más milongas con las becas comedor, con las ayudas de texto, con el bilingüismo y con la excelencia de los centros concertados, que la mayoría de la gente ya no se lo cree. Lo que ocurre es que el PP le ha visto las orejas al lobo y puede perder su mayoría absoluta en Madrid y tiene que hacer algo para remontar el vuelo antes de las elecciones municipales y autonómicas. Ya verán como siguen anunciando ayudas y más ayudas que nadie sabe al fin donde van a parar.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.