Luis Suárez ha dado el sí al Barça en las últimas horas. El uruguayo se ha decantado por los azulgranas, aparte de por cuestiones profesionales, también por motivos personales. La familia de su esposa tiene una casa en Castelldefels y eso ha pesado en la decisión del punta. En el cuadro azulgrana s ha filtrado que el uruguayo ha dado el visto bueno a congelar su futuro salario para que no sobrepase los 10 millones anuales que percibe actualmente en el Liverpool.
El Barça ya ha puesto en marcha la maquinaria para su fichaje. ¡Atiza!. Habló primero con el futbolista antes que con su club. Otrora, en Can Barça se jactaban en pregonar a lo cuatro vientos que en su libro de estilo, en su cacareado ‘seny’, se hablaba primero con el equipo en cuestión. Ya se sabe que todo se pega menos la hermosura, pero no hay que tomárselo en cuenta. El Barça es igual que el Real Madrid y que resto de los clubes. Hablan siempre antes con el futbolista. Que no nos cuenten milongas.
El Barça ha pedido a Luis Suárez que comunique al Liverpool su decisión de que desea abandonar el club. Le han pedido que presione, pero sin pasta no hay paraíso. Bartomeu, sin pasta no hay Luis Suárez. El Liverpool le puso una cláusula de 90 millones y si no está dispuesto a poner la totalidad del dinero le tocará negociar, aunque la jugada azulgrana es la de incluir futbolistas para abaratar la operación.
Ahora mismo, Luis Suárez es una bomba de relojería. La FIFA entró de oficio y le ha metido nueve partidos al charrúa por su mordisco a Chiellini. Además, no podrá ejercer cualquier actividad deportiva ni acceder a ningún recinto deportivo en los próximos cuatro meses, amén de una multa económica de 100.000 francos suizos (82.000 euros). Todo un contratiempo para el Liverpool o su futuro destino. El uruguayo se perderá la próxima Copa de América. Vamos, que el pack de la sanción de la FIFA por su mordisco más que hacerle como un caramelo le convierte en un regalo envenenado. La pelota está en el tejado del Liverpool. Quizás su cotización haya descendido y deba traspasarle por una cantidad inferior a lo que pensaba recaudar por él, pero tampoco será una ganga para el club que lo fiche. Su fama de vampiro empedernido y su sanción juegan en su contra. El Barça también debe jugar bien la pelota. Puede tener un gran problema a largo plazo. Si no cambia de conducta, Luis Suárez es una bomba de relojería. Le puede explotar en un futuro. Y otra cuestión que flotará en el ambiente. Messi-Neymar-Luis Suárez. Demasiados gallos para un corral.
About Francisco J. Molina Quirós
Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.