Las elecciones sindicales están en pleno apogeo en algunos puntos de España. El 65 por ciento de sus representantes se eligen en los tres últimos meses del año. La fuerza de la palabra, del mensaje, el compromiso para lograr el ansiado voto ha pasado a mejor vida. Se busca con otro método. De tinte comercial. A través de ofertas se pretende la fidelización. Increíble, pero cierto. Los sindicatos han sustituido el programa por un catálogo comercial, ya que ofrecen ofertas de descuentos en tratamientos estéticos o de viajes para captar afiliados.
La Comunidad Valenciana es un buen ejemplo, un reflejo de los nuevos tiempos en los sindicatos. Cada vez con menos peso, con menos credibilidad, con más liberados en empresas donde reina el miedo a perder el puesto de trabajo, algo que triste y realmente se ha instalado en la gran mayoría de ellas lo que ha traído un clima de desconfianza entre trabajador y miembros del sindicato de empresa.
Recortes y cesiones de los trabajadores, con sus representantes acorazados, con el asiento más calentito, pues tienen las espaldas más cubiertas. La indemnización para echar a los miembros del sindicato de la empresa de rigor no es la misma que la de cualquier otro trabajador.
El catálogo para captar afiliados es la mar de variopinto. Para comer cerillas. UGT de Valencia ofrece un 25 por ciento de descuento en operaciones de aumento de pecho y glúteos, liposucciones y rinoplastias. También hay rebajas en tratamientos de bótox tanto para sus afiliados como para sus familiares de primer y segundo grado.
CC.OO también se ha apuntado a la moda. El sindicato no quiere perder ripio ni quedarse atrás a la hora de echarle el lazo al futuro afiliados. Su oferta es de un 30 por ciento en tratamientos de depilación láser, un 15 por ciento en estancias en balnearios y de un 10 por ciento para tratamientos de spa y belleza. Estas ofertas, tanto de unos como de otros, se extiende al resto del territorio y las federaciones autonómicas comparten en algunos casos servicios y ofertas. Sindicatos, que como los partidos políticos, necesitan urgentemente una regeneración. Un cambio de caras. La llegada de un aire fresco.
En UGT, Cándido Méndez, que llevaba dos décadas al frente, anunció hace unos días su renuncia a presentarse a la reelección que el sindicato llevará a cabo a principios de 2016. El escándalo en los ERE en Andalucía, los cursos de formación y el asunto de las tarjetas de Caja Madrid han sido los puntos negros del sindicato y que han pasado factura en su pérdida de credibilidad. Mientras, Ignacio González Toxo dirige CC.OO desde 2008 al sustituir a José María Fidalgo.