Los nuevos tesoros del fondo del mar

La competición de los países para controlar los recursos naturales siempre ha sido patente a lo largo de la historia, llegando incluso a provocar guerras.

La situación actual no ha cambiado mucho si bien los recursos por los que se pugnan sí. Actualmente los metales denominados como de alta tecnología “High tech minerals” son los protagonistas de esta pugna. La utilidad de estos minerales van desde las placas fotovoltaicas, metales súper conductores, componentes informáticos, GPS, telefonía móvil…y la industria militar.

El problema que se plantea es que muchos de estos minerales no se encuentran en gran proporción en la superficie terrestre e incluso en el caso del telurio no existe una fuente primaria de extracción. En el caso de las tierras raras, indispensables para la industria militar, el escenario se plantea cuanto menos inquietante, ya que el 97% de la producción la controla China y posee el 50 % de las reservas mundiales.Producción minera

Se han hecho modelos que han dado como resultado que la explotación de sólo el 3,7 % de las costras de ferromanganeso de los montes submarinos por encima de los 2500 m. en el océano Pacífico, sería suficiente para hacer viable el mantener una mina submarina durante 20 años. Si se diera este caso el mercado global del cobalto no podría soportar más de 1 o 2 minas simultáneamente.

En el fondo marino nospodemos encontrar tres tipos de morfologías susceptibles de ser explotadas:

reserva mineral

Los nódulos de ferromanganeso, los sulfuros polimetálicos en conos volcánicos y las costras de ferromanganeso en montes submarinos. Cada una de ellas tiene unas características que las ubica en una u otra parte del océano conteniendo distintos tipos de minerales.

Así pues la minería submarina cada vez más se plantea como una alternativa a la minería en superficie.

La idea de explotar el fondo marino no es nueva, cuando en 1819 sir Jonh Ross descubrió nódulos de ferromanganeso durante la exploración al Ártico, se comenzó la explotación de estos minerales, siempre en aguas someras. Sin embargo gracias a la publicación de J.L Mero “Recursos minerales del mar” a mediados de los años 60 del siglo XX, se comenzó la carrera de exploración marina por las grandes potencias mundiales. Esta fiebre no duró mucho por la falta de tecnología, la caída de los precios de los metales y la falta de necesidad de cierto tipo de minerales. Actualmente los nuevos avances y descubrimientos propiciados por la industria del petróleo y un nuevo escenario del mercado de los metales a generado una nueva perspectiva de la minería submarina.

Si obviamos las aguas nacionales de cada país, que regulará su explotación como convenga, las zonas de explotación y exploración son las situadas en aguas internacionales, estas zonas están reguladas por la ISA (International Seabed Authority) creada merced de la convención de los derechos del mar de la ONU en 1983, siendo actualmente un organismo autónomo.plartaforma continenetal

La Unión Europea ya se ha hecho eco de la importancia de estos recursos y del problema que puede ocasionar su obtención y gestión, de manera que ya se han planteado estos objetivos en el horizonte 2020 (veinte veinte). Básicamente los objetivos marcados en “raw materials” de la UE son por un lado tratar de que la vida de estos minerales sea circular mediante el reciclado, y no lineal como venía siendo hasta ahora, y el estudio de los fondos marinos europeos para su obtención. Actualmente está en fase de consulta por organismos competentes. Estos objetivos concretos unidos a los objetivos generales de la “Industria Azul”, también de la UE, que tratan de fomentar el conocimiento y la gestión del medio marino Europeo para impulsar la industria marina auguran una gran demanda de profesionales relacionados con éste medio.

Es evidente que una actuación sobre el lecho marino de una u otra forma generará un impacto ambiental, sin embargo aún no se tienen claras las consecuencias reales de una explotación minera al ser ésta hasta hace 1 año inédita. Lo más parecido a las consecuencias que pudiera tener una explotación minera submarina sería la pesca de arrastre pero ésta es mucho más destructiva al no ser selectiva.

¿Y en España? España tiene una gran cantidad de superficie con un potencial minero de costras de ferromanganeso bueno en la zona de Canarias y especialmente en las costas Gallegas, además la zona del Golfo de Cádiz destaca por el potencial en sulfuros polimetálicos.

La normativa Española aún no regula la minería submarina como tal, simplemente se centra en la parte medioambiental. Lo más lógico es que finalmente se deba adaptar la posible legislación Europea a las leyes Españolas.

Antonio M. Manzanares Delgado, Ingeniero técnico en topografía,
grado en Ingeniería Geomática y Máster en Ingeniería Geodésica

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