Los gallegos Vázquez y Mora ganan el I Clio Raid

Ganadores de Clio Raid 2015

Los ganadores del I Clio Raid

Después de 2.000 kilómetros, la caravana del Clio Raid llegó a Marrakech. Atrás quedó una semana de intensas emociones y un puñado de vivencias únicas. Una experiencia que mezcló el deporte con la aventura y la solidaridad. Eso es lo que les quedará a los universitarios, empresarios y aventureros, en general. De Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Salamanca, Gran Canaria, Ibiza, Ourense, Pontevedra, Cantabria, Gijón, Oviedo y también procedentes de Alemania e Italia. A los 150 participantes  de Ia I edición del Clio Raid.

Carlos Vázquez y Manuel Mora, del equipo 65, se proclamaron campeones.  Gallegos. De Pontevedra. El primero, procedente de Vilanova de Arousa y el segundo de Moaña.  “Vine con el objetivo de disfrutar de esta aventura y todas las expectativas se han superado. Estoy emocionado. Solo puedo dar las gracias a Chus Puras y a toda la organización. Lo hemos pasado genial”, manifestó Carlos Vázquez, el cual, junto a Manuel Mora, tendrán como premio, denominado Esencias del Rif (cortesía de FRS),  un viaje para conocer el norte de Marruecos.

 En segundo lugar se clasificó el equipo número 53, formado por Enol Fernández y Marco Sernalñia, estudiantes de la Universidad de Oviedo. “No me lo puedo creer. Qué pasada”, decía el primero al segundo, mientras eran felicitados por todos los participantes, al conseguir como premio, además de los trofeos,  dos tablets cortesía de Fernando Tuero Jordán. El equipo asturiano ganó, además, el primer premio de la Categoría Universitaria.

 Terceros fueron los cántabros Carlos Velasco y Carlos Crespo, a bordo del equipo 50, que además ganaron su peso en Café Dromedario. Además, este equipo logró el premio en la categoría Open. Hubo también varios premios que fueron entregados en una fiesta celebrada en Pachá Marrakech. Así, Pedro Juan Peñalva, con 70 años, se llevó el galardón al participante más veterano e Ignacio Basterrechea y Ana Isabel Genaro se alzaron con el premio al equipo Simpatía del Raid,  Roberto García Borbolla y Carmen Raiders ganaron al Equipo Clio más Original y los Más Solidarios fue a recaer a Alberto Gómez y José Manuel Freschoso.

Llegada a Marrakech

Varios participantes posan a la llegada a Marrakech

“Desde la organización, queremos reconoceros el esfuerzo que habéis realizado durante el raid y os felicitamos por haber llegado a la meta. Sin duda alguna, habéis demostrado ser auténticos aventureros. ¡Enhorabuena y bienvenidos a la Ciudad Imperial de Marrakech”, comentaba Chus Puras a los equipos tras finalizar el Raid.

 La última etapa, conocida como Dakar,  se desarrolló en dos jornadas. La primera, de 272 kilómetros de duración, pero rápida de ejecución, ofreció paisajes típicos africanos, casi de sabana. “Increíble. Sólo faltaba el león. Ha sido, realmente, impresionante”, decían los participantes a la llegada al campamento. Un recorrido que mezclaba pequeños arenales y muchas pistas, algunas pasadas en el antiguo Dakar.

En la segunda jornada, de 396 kilómetros los participantes pudieron contemplar auténticas maravillas, como el Valle del Draa, segundo valle con palmeral más grande de África (sólo superado por el Valle del Nilo), punto clave históricamente de las rutas caravaneras que atravesaban el Sáhara, bajando sal y subiendo esclavos; la sinuosa carretera hasta Ouazarzate, una de las más maravillosas de Marruecos, los campos de cultivo que comienzan a extenderse hacia el infinito, los kasbah de barro, paja y agua, que dejan estampas inolvidables; los estudios de cine, ya que en esta región ofrece paisajes naturales de gran belleza para los rodajes de películas (en sus cercanías se han rodado escenas de Lawrence de Arabia, Gladiator…); y el Tichka, imponente masa montañosa con sus crestas aún nevadas, profundos barrancos cortados por ríos y miles de colores en sus valles.

Y tras el Ticka… Marrakech. Su frenético ritmo, su ruido, la Kutubía, los monumentos Patrimonio de la Humanidad, la Plaza de Jemaa el Fna, inscrita por la Unesco en la lista representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad, con sus artistas, magos, acróbatas, encantadores de serpientes y malabaristas, dejaron un recuerdo imborrable entre los participantes.

La llegada a Marrakech fue muy emotiva, ya que muchos familiares y amigos de los participantes les recibieron en la puerta del hotel como auténticos campeones. Después de los besos y abrazos de bienvenida, todos tuvieron tiempo libre para poder empezar a contar sus experiencias y relatar todas las anécdotas vividas desde que el pasado día 29 de marzo entraron en territorio Marroquí. “Ha sido alucinante”, comentó uno de los equipos universitarios feliz y hasta emocionado por haber llegado a la meta final.

 

 

 

 

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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