Los escarabajos vuelven a la serpiente multicolor

Nairo Quintana. jpgTras una larga travesía en el desierto, el ciclismo colombiano ha vuelto a cobrar protagonismo en el pelotón mundial. Aún tenemos  fresca en la memoria la exhibición y triunfo de Nairo  Quintana, complementada con el segundo puesto de su compatriota Rigoberto Urán.30 años después, esta pareja de ciclistas ‘cafeteros’, parecen coger el testigo de Lucho Herrera y Fabio Parra. Los escarabajos vuelven a la serpiente multicolor.

En el Tour de 1983 se dejaron ver por primera vez. Dirigidos por  Luis Ocaña. Fueron invitados y corrieron de manera amateur. Sin patrocinador. Como selección de su país. Patrocinio Jiménez y Edgar Corredor se dejaron ver con varios terceros puestos en etapas. El primero, acabaría segundo en el Gran Premio de la Montaña. Un año después, con el esponsor de Varta, volvieron a la ronda francesa y comenzó a causar furor la forma de escalar de los corredores colombianos. Pedaleaban con un ritmo frenético cuando la carretera se empinaba. Combativos. Ligeros de peso.  Soportando las altas temperaturas del verano francés. Lucho Herrera, tras quedarse dos veces a las puertas del triunfo parcial en una etapa, presentó sus credenciales en  una cima mítica. La de Alpe d’Huez. Allí todo un golpe de mano  ante los dos ídolos del ciclismo francés, que se estaban disputando el maillot amarillo: Bernard Hinault y Laurent Fignon. ‘El Canibal’ llegó a tres 3 minutos y 24 segundos, mientras que Fignon lo hizo 49 segundos después. ‘El Jardinerito’ escribió la primera página del ciclismo colombiano en la ronda gala. Primer triunfo de un ciclista amateur.

Lucho Herrera. pgUn año después,  Herrera ganó dos etapas,  lideró la clasificación de la montaña y acabó la prueba en séptimo lugar. El puesto siguiente fue para su compatriota Fabio Parra, que venció en una etapa y se llevó el maillot blanco que acreditaba al mejor debutante de aquella edición. Ese mismo año, Pacho Rodríguez acabó tercero en la Vuelta a España. El ciclismo colombiano estaba en las nubes.  A Varta le sucedió Manzana Postobón, luego lo haría Café de Colombia o Postobón  como patrocinador del equipo. Rondón, Cárdenas se dejaron ver, pero la dupla Herrera-Parra era la que acaparaban las victorias. Su dominio en Colombia fue incontestable. El primero paralizó Colombia con su victoria en la Vuelta a España del 87. En el Tour volvió a llevarse el maillot de la montaña. En el 88 acabó sexto y se llevó la Dauphiné Libéré. Un año después ganó dos etapas en el Giro y fue el líder en la clasificación de la montaña. Algo que ya había logrado antes en Tour y vuelta. El segundo fichó por el Kelme y se convirtió en su jefe de filas. En 1988 logró subir al podio en los Campos Eliseos  tras ganar una etapa y coquetear varias veces con una victoria parcial de etapa. Lo hizo como tercero.

Martín Farfán, Camargo, Oliveiro Rincón, Santiago Botero, ‘Chepe’ González o Álvaro Mejía se dejaron ver posteriormente en el pelotón, pero sin triunfos notables en el panorama europeo  hasta la irrupción de Nairo Quintana. El corredor de Movistar ha pasado de gregario de Alejandro Valverde a lucir galones en el equipo español. El pasado Tour quedó segundo. En la cima de Annecy inscribió su nombre como vencedor en una etapa. Vuelta al País Vasco y Vuelta a Burgos fueron algunos de sus triunfos más sonados. En el presente año, Quintana había ganado el Tour de San Luis y en la etapa decimosexta se vistió con la maglia rosa arrebatándosela a su amigo Rigoberto Urán, que la lució durante cuatro etapas, en un descenso vertiginoso que acabó entrando primero en la cima de Val Martello, tras pasar previamente por el Paso Gavia y Paso Stelvio. En una etapa dantesca.  Con nieve y padeciendo una bronquitis. Tres jornadas después, afianzó su triunfo final tras ganar la cronoescalada. 27 años después, un escarabajo volvía a ganar una de las grandes pruebas. Además, siendo el más joven en toda la historia del Giro. Urán y Julián Arredondo, con sendos triunfos en etapas parciales, contribuyeron a ensalzar aún más el pabellón colombiano en tierras transalpinas.

Mientras, Riberto Urán lleva dos ediciones seguidas del Giro como segundo. ‘Rigo’ , que se inició en Italia, está afincado en Navarra corre en el equipo belga Omega Pharma-Quick. Como Quintana es otro gran escalador. Ambos guardan similitudes fisiológicas con sus antecesores. Quintana es similar a Herrera y Urán a Parra. Dos corredores que han ido progresando en los últimos años. Ambos atesoran talento y que su progresión se ha visto beneficiada por correr desde muy jóvenes en Europa. Dos ciclistas que se han ganado su reputación en el pelotón y que vuelven a poner a Colombia en el mapa del clicismo a nivel mundial. Dos corredores que dan espectáculo cuando la carretera se empina. Estamos de enhorabuena. Los escarabajos han vuelto.

 

About Francisco J. Molina Quirós

Desde 1988 ligado al periodismo deportivo, pero me encanta escribir sobre lo que me rodea.

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