Menos mal que estamos saliendo de la crisis, porque a este paso la mayoría de españoles vemos amenazado nuestro hogar, por lo menos tras las cifras reales, ya no estimaciones ni encuestas, que ha ofrecido el Banco de España, donde señala que los bancos se quedaron a lo largo de 2013 con 49.694 viviendas por impago de la hipoteca, un 10% más que en 2012.
Lo único bueno que sale de este informe es que casi “sólo” 40.000 casas eran la vivienda habitual de los deshauciados, lo que en su caso sí supone un descenso con respecto al ejercicio previo, aunque de apenas un 0,23%. También hay que estar muy agradecidos porque las fuerzas del orden desalojaron únicamente por la fuerza 147 viviendas en 2013, un 57% menos que un año antes, y porque hubo un “brutal” de las daciones en pago: el 1,3%, eso sí con un descenso del 13% en el caso de la vivienda habitual.
Con todos estos datos, más de uno seguimos creyendo que los problemas reales de la sociedad les importan bastante poco a los políticos que gobiernan, ya sean de un color o de otro. Simplemente esperan a que otros casos tapen al anterior. Ya no es tan habitual ver en los grandes medios de comunicación los dramas de las familias que se han quedado sin vivienda, gracias a las “facilidades” que otorgaron los bancos y a la burbuja inmobiliaria, pero en el día a día siguen sucediendo.
La Constitución española de 1978 reconoce una serie de derechos inviolables, como el de una vivienda digna, la Educación y Sanidad universal gratuita, pero por desgracia cada vez se parece más a las leyes que impuso el cerdo Napoléon en la famosa novela de George Orwell ‘1984’ donde encabezaba “Todos somos iguales ante la ley, pero unos más que otros”.
About José Luis García
Periodista con más de 25 años de experiencia, especializado en información local, inmigración, sanitaria y deportiva.