Las petroleras, que son además los dueños de la inmensa mayoría de gasolineras en España, siguen jugando con los españoles.
Tras el brutal incremento del precio de las gasolinas al inicio del periodo estival, parece que ahora hay que darles las gracias porque los precios de la gasolina y del gasóleo han encadenado su segunda semana consecutiva de caídas, tras abaratarse un 0,55% y un 0,74%, respectivamente.
En concreto, el precio medio de la gasolina en los surtidores españoles se ha situado esta semana en 1,444 euros, mientras que el del gasóleo marca 1,327 euros. De esta manera, el precio de los dos combustibles se aleja un poco de los 1,456 euros, en el caso de la gasolina, y 1,346 euros, en el del gasóleo, en que arrancaron la temporada estival tras subir durante tres semanas consecutivas.
El juego que se traen con los precios de las gasolina y el gasóleo es consecuencia de loa dejadez del Gobierno. ¿Dónde están las sanciones que propuso el ministro Soria para salvaguardar la competencia? ¿Dónde ha quedado el informe sobre la subida y bajada de precios durante los fines de semana?
Todos los consumidores sabemos que durante periodos determinados de tiempo, ya sean los fines de semana o los inicio de vacaciones los precios se incrementan. Es más el precio por litro es muy similar entre una compañía y otra ¿Es eso libertad de mercado?
A pesar de esta pequeña bajada del combustible, es necesario recordar que as la gasolina tiene un precio un 2,6% superior al inicio de este año, mientras que en el caso del gasóleo es un 2,2% más caro que en enero.
Y eso que en la última semana el barril de crudo Brent y el Texas ‘sweet light’ marcan una tendencia bajista. Así, el Brent, de referencia en Europa, cotiza este jueves a 107,55 dólares, por debajo de los 108 dólares de la pasada semana, mientras que el Texas americano se cambia a 102,12 dólares, pero esos precios a la baja del crudo, que llevan ya mucho tiempo, luego no se transforman en el precio de venta directa. Y que no nos vengan con la retahíla de que los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, porque ya quisiéramos muchos tener el empleo, sueldo y servicios de la Unión Europea.